El déficit público hasta octubre se multiplica por cinco
El agujero en las cuentas alcanza 78.952 millones, el 7,14% del PIB, por el aumento de gastos provocados por la pandemia
La crisis económica desatada por la pandemia sigue ampliando el boquete de las cuentas públicas. El déficit del conjunto de Administraciones —excluidas las corporaciones locales— alcanzó los 78.952 millones hasta octubre, equivalentes al 7,14% del PIB. Esta tasa es casi cinco veces y media superior a la registrada un año antes (1,35% del PIB), según los datos publicados este miércoles por el Ministerio de Hacienda. Hay que volver atrás casi un...
La crisis económica desatada por la pandemia sigue ampliando el boquete de las cuentas públicas. El déficit del conjunto de Administraciones —excluidas las corporaciones locales— alcanzó los 78.952 millones hasta octubre, equivalentes al 7,14% del PIB. Esta tasa es casi cinco veces y media superior a la registrada un año antes (1,35% del PIB), según los datos publicados este miércoles por el Ministerio de Hacienda. Hay que volver atrás casi una década para encontrar un porcentaje tan elevado, y las previsiones para finales de año auguran un desfase aún mayor. El Gobierno estima que este 2020 atípico, marcado por la peor crisis desde la guerra civil, cierre con un déficit del 11,3% del PIB.
Los datos hasta octubre son el resultado de una reducción del 5,8% en los ingresos y un alza del 10,4% del gasto. Estas variaciones se explican por las restricciones dictadas para frenar los contagios a partir del pasado marzo, que han hundido los ingresos, y el aumento de los desembolsos para mantener las rentas de hogares y empresas.
El grueso del impacto ha sido absorbido por la Administración central, que registró hasta octubre un déficit del 5,27% del PIB. La única Administración que logró superávit (0,1%) ha sido la autonómica, frente al déficit del 0,36% del año anterior. Este resultado se explica por los mayores flujos de financiación que han recibido las regiones para hacer frente a la pandemia, pese a la caída de ingresos registrada desde marzo. El Gobierno decidió mantener los recursos que había calculado antes de que estallara la emergencia sanitaria, en función de un crecimiento estimado del 1,6% para 2020. Las regiones recibieron además transferencias adicionales por parte del Estado para evitar tensiones de tesorería ante un contexto excepcional. La mayoría de autonomías se situaron en superávit, con las excepciones de Navarra, País Vasco, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Murcia. Según la información de las propias autonomías, el impacto de la covid-19 alcanzó los 6.117 millones en gasto sociosanitario.
Por su parte, los fondos de la Seguridad Social registraron hasta octubre un déficit del 1,97% del PIB por el impacto de las medidas de ámbito laboral, como los ERTE. En cambio, para los municipios, el último dato disponible llega hasta septiembre, y refleja un superávit del 0,04 % del PIB. La previsión del Gobierno es que los Ayuntamientos cierren el año en equilibrio y registren en 2021 un déficit del 0,1% tras varios años acumulando superávit.
Hacienda avanzó también este miércoles el déficit del Estado hasta noviembre, que alcanza el 6,54% del PIB, equivalente a 72.322 millones. Esta evolución obedece a una caída de los ingresos del 12,8%, hasta los 162.312 millones, que se modera respecto al mes anterior, y a un aumento del gasto del 19,1%, hasta los 234.634 millones. El 90% de esa cifra es achacable al incremento de gastos relacionados con la pandemia.
Entre los desembolsos, destacan las transferencias del Estado a la Seguridad Social (18.003 millones), al servicio estatal de empleo (2.300 millones) y a las comunidades autónomas y corporaciones locales (11.000 millones).
Los ingresos tributarios caen un 9%
También los ingresos tributarios siguen acusando el golpe de la pandemia. Hasta noviembre, fueron inferiores en un 9% a lo recaudado en el mismo período de 2019; un 8,1% más bajos en términos homogéneos, según los datos publicados ayer por la Agencia Tributaria. Aun así, el dato es mejor en comparación con lo acumulado hasta octubre, cuando la caída fue del 10,1%.
En noviembre, los ingresos tributarios fueron un 4,2% superiores a la recaudación del mismo periodo de 2019 y registraron una mejora “sustancial” con respecto a octubre, cuando la caída fue del 12,4%. Los ingresos procedentes de los aplazamientos concedidos por el estallido de la pandemia son una de las razones que explican esta evolución más positiva en el mes.
La recaudación por el impuesto de sociedades fue la que más cayó hasta noviembre, con un desplome del 35,4%. Los ingresos por IVA y especiales retrocedieron, respectivamente, un 12,1% y un 12,2%, mientras que la recaudación por el impuesto sobre la renta avanzó un 1%.