El Santander despide a 7.300 personas desde 2017, el 69% de la plantilla que tenía el Popular
El banco ha realizado tres ERE desde su última adquisición. En 2016 echó a 1.000 empleados más al absorber a Banesto
La historia del Santander es la de las compras y los despidos. Engordar y adelgazar. Así ha estado desde que se quedó con Banesto en una subasta en 1994, con el Banco Central Hispano (BCH) en enero de 1999 (cuando formaron una entidad de 50.000 empleados en España), y con el Popular en junio de 2017. Tras esta adquisición, agruparon una plantilla de 33.575 trabajadores, que en septiembre pasado había caído hasta los 27.053 y que en 2021 se reducirá a 23.400 trabajadores ...
La historia del Santander es la de las compras y los despidos. Engordar y adelgazar. Así ha estado desde que se quedó con Banesto en una subasta en 1994, con el Banco Central Hispano (BCH) en enero de 1999 (cuando formaron una entidad de 50.000 empleados en España), y con el Popular en junio de 2017. Tras esta adquisición, agruparon una plantilla de 33.575 trabajadores, que en septiembre pasado había caído hasta los 27.053 y que en 2021 se reducirá a 23.400 trabajadores después de que este jueves el banco haya firmado con los sindicatos un preacuerdo para que salgan 3.572 personas.
Además el banco ha acordado reubicar a otros 1.500 trabajadores en empresas del grupo. Si se descuenta esa cantidad, Santander España trabajará con unos 22.000 empleados en 2021, en plena digitalización de servicios, menor uso de las oficinas, caída de márgenes por los tipos de interés negativos y resaca de la mayor crisis que se ha vivido en décadas. Esta entidad, que antes era líder en España (ahora ocupará este puesto la fusión de CaixaBank con Bankia), sigue el camino de un sector que ha amortizado 100.000 empleos desde 2008 y que echará a unos 20.000 trabajadores en 2021, según Comisiones Obreras (CC OO).
El acuerdo del jueves fue el tercer ERE desde que adquirió el Popular. El primero fue 1.100 personas, aunque se reubicaron a unos 600 en otras unidades. El segundo llegó en 2018 con el despido de 3.223 personas y el tercero ha incluido los 3.572 citados. En total son unos 7.300 empleados, que son el 69% de la plantilla que tenía el Popular antes de ser absorbido. Según el último dato de este banco, marzo de 2017, la entidad presidida por Emilio Saracho contaba con 10.634 trabajadores en España frente a los 22.941 del Santander. Además, antes del Popular, en 2016 realizó otro ERE, que sería el cuarto de esta época, al fusionar las oficinas de Banesto en la red del grupo, en el que salieron 1.000 empleados.
“No nos gusta, pero no podemos evitarlo”
Ana María Herranz, secretaria general de la Sección Sindical de CC OO en el Santander, sindicato mayoritario en la banca y en esta entidad, admite que no es plato de buen gusto negociar tantas salidas y destruir tanto empleo. “No podemos evitarlo porque la legislación se lo permite al banco. Puede hacer ERE solo con que tenga caída de beneficios en un trimestre, no hace falta ni que llegue a las pérdidas. Y puede hacerlo sin acuerdo sindical. Nuestro papel es reducir el perímetro de los ERE y mejorar las condiciones de los que salen y lo estamos consiguiendo”, asegura a EL PAÍS.
Herranz recuerda que en este ERE el banco ha argumentado “causas económicas”, aunque apunta que “los números rojos que tiene la entidad se deben a las provisiones extraordinarias por la pandemia, que el propio banco considera coyunturales”. Según esta sindicalista, la estructura de la entidad ha cambiado radicalmente y ahora Santander España es solo una pieza más del grupo. Esta situación le hace perder peso frente a otra época en la que era el buque insignia, pero le ofrece la posibilidad de reubicar a empleados en otras unidades que trabajan para el grupo pero desde España.
Buscar el empleo que crea la digitalización
Los sindicatos también tratan de buscar la parte buena de la digitalización, ya que parte de los empleados salen de las oficinas para ser gestores a distancia, con su cartera de clientes. “No son empleados de call center”, aclara Herranz, pero admite que si el Santander ha decidido cerrar 1.033 oficinas en 2021, los diferentes canales que puedan existir son una salida para los trabajadores. “Lo importante es mantener el empleo de la manera en la que sea posible, con condiciones aceptables de trabajo. Tenemos claro que el grupo quiere que en la red de España trabajen unas 20.000 personas y será así. Nos han asegurado que no vamos a ser un banco digital y que las oficinas, aunque menos, van a seguir ahí”, afirma Herranz.
Según UGT, que cita fuentes del banco, el Santander ha tenido 3.441 bajas en su plantilla desde enero de 2013 a febrero de 2014, es decir, en 14 meses. Al 31 de diciembre de 2013, el banco tenía 25.665 empleados,