El Consell aumenta a 12 millones los bonos para el turismo interno de los valencianos ante el alud de solicitudes
Ximo Puig anuncia en Benidorm que el Bono Viatgem dispondrá de dos millones más en los presupuestos de 2021 para utilizarlo en temporada baja
“Hace una década, cuando peor lo estábamos pasando, el turismo fue salvador de la economía valenciana”, ha asegurado hoy el presidente del Consell, Ximo Puig, durante su participación telemática en el XX Foro Internacional de Turismo de Benidorm 2020. Ahora, a su juicio, toca devolver el favor. Y con ese objetivo, ha aumentado en dos millones la partida destinada al Bono Viatgem, la ...
“Hace una década, cuando peor lo estábamos pasando, el turismo fue salvador de la economía valenciana”, ha asegurado hoy el presidente del Consell, Ximo Puig, durante su participación telemática en el XX Foro Internacional de Turismo de Benidorm 2020. Ahora, a su juicio, toca devolver el favor. Y con ese objetivo, ha aumentado en dos millones la partida destinada al Bono Viatgem, la iniciativa que bonifica hasta el 70% las vacaciones de los valencianos que lo soliciten. De esta forma, el presupuesto consignado al bono para las dos temporadas bajas de 2021, antes de la Semana Santa y después del puente de octubre, queda fijado en 12 millones en total.
El objetivo, dice Puig, es “incentivar la demanda interna” y “ayudar a mantener empleos y empresas” en el sector. El motivo, añaden fuentes de la secretaría autonómica de Turismo, es dar respuesta a la fuerte demanda, que colapsó el servicio horas después de que se tramitara. El Bono Viatgem está destinado a los ciudadanos empadronados en la Comunidad Valenciana y subvenciona hasta el 70% de sus vacaciones en destinos de su ámbito territorial.
El tope de la ayuda es de 600 euros y se tramita a través de alojamientos turísticos y agencias de viajes. Para este último trimestre de 2020, se destinaron 4,3 millones de euros. El año que viene se repartirán 12 millones entre los dos periodos seleccionados. Las fuentes consultadas indican que en la primera convocatoria se aprobaron casi 7.000 solicitudes. Y que la lista de espera “va moviéndose”, ya que “algunos de los solicitantes no formalizaron su reserva a tiempo y otros no alcanzaron el tope de 600 euros, con lo que liberaron crédito”.
De esta forma, añaden, “aún entrará gente en este primer periodo”. La avalancha de peticiones es la que ha modificado al alza el montante final. En el mismo foro, el jefe del Consell ha subrayado que esta medida se suma a otras que han hecho de “escudo” para proteger al sector turístico, como “los ERTE, los créditos ICO y los instrumentos nuevos que el IVF va a lanzar para proteger a empresas viables”. “El Consell no va a dejar solo al tejido que alimenta directamente al 15% de los valencianos y a muchos más indirectamente”, manifiesta.
Ante otros participantes, como el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, el alcalde de Benidorm, Antonio Pérez, el rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar; el vicepresidente de la Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunitat Valenciana (HOSBEC), Federico Fuster, y el director de la Cátedra de Estudios Turísticos Pedro Zaragozá Orts, Armando Ortuño, Puig deja la tabla de salvación del turismo en manos de la Unión Europea, a la que hay que presentar, dice, “proyectos que capten el mayor volumen posible de los fondos de recuperación”. Para ello, sostiene que hay que trabajar en una oferta “más atractiva, con más valor añadido y con más y mejores empleos”, lo cual obliga a los empresarios a reinventarse, opina.
“La Generalitat cree en un turismo basado en valores como la cogobernanza, la ética y los objetivos de desarrollo sostenible, y nuestros objetivos son más digitalización, usos más eficientes de los recursos y mejora del capital humano”, detalla el presidente de la Generalitat. Puig advierte también de que no se debe fijar la vista en el plazo corto, tras un año en el que el descalabro ha sido mayúsculo. Avanza que “Benidorm y el turismo valenciano” deben fijar su horizonte en 2030, fecha de la reconciliación con el planeta, afirma. “Para llegar hasta él, disponemos de una brújula, que son los objetivos de desarrollo sostenible”, sentencia.