La aerolínea de bajo coste Norwegian entra en concurso de acreedores en Irlanda
La compañía reconoce estar en una situación crítica, pero afirma que seguirá operando mientras dure el proceso de renegociación de la deuda. Su supervivencia está en riesgo tras no lograr el respaldo del Gobierno noruego
Norwegian está a un paso de convertirse en la primera aerolínea europea en caer desde el inicio de la crisis del coronavirus. La compañía noruega de bajo coste ha pedido este miércoles a un juzgado irlandés que supervise el proceso de reestructuración de su deuda, unos 7.400 millones de euros al cambio, un procedimiento similar al concurso de acreedores español. El proceso permite a la empresa seguir operando mientras trata de alcanzar un acuerdo para salir adelante y es un movimiento a la desesperada después de que el Gobierno del país escandinavo ...
Norwegian está a un paso de convertirse en la primera aerolínea europea en caer desde el inicio de la crisis del coronavirus. La compañía noruega de bajo coste ha pedido este miércoles a un juzgado irlandés que supervise el proceso de reestructuración de su deuda, unos 7.400 millones de euros al cambio, un procedimiento similar al concurso de acreedores español. El proceso permite a la empresa seguir operando mientras trata de alcanzar un acuerdo para salir adelante y es un movimiento a la desesperada después de que el Gobierno del país escandinavo se negase la semana pasada a inyectar más dinero en la empresa y dejase en el aire su ya de por sí incierto futuro.
La elección de Irlanda tiene que ver con que la filial que posee buena parte de los aviones que opera, Arctic Aviation, tiene sede en la isla. Norwegian calcula en hasta cinco meses la duración del procedimiento, un tiempo en el que, dice, seguirá operando con normalidad unas operaciones que ya estaban bajo mínimos, con buena parte de su plantilla en ERTE. “Buscar protección para reorganizarnos bajo la jurisdicción irlandesa trata de asegurar nuestro futuro en beneficio de empleados, clientes e inversores”, apunta en un comunicado. Las acciones de la línea aérea noruega han perdido el 99% de su valor desde el 1 de enero.
“Nos sentaremos con nuestros acreedores y debatiremos sobre cómo reconstruir nuestra deuda y nuestra flota. No creo que esto vaya a ser una gran sorpresa [para ellos]”, ha subrayado el director financiero de la aerolínea, Geir Karlsen. “Es demasiado temprano para comentar sobre cuántos aviones acabaremos teniendo, pero somos optimistas y creemos que saldremos adelante y lograremos una buena solución”. Las arcas de la aerolínea cerraron septiembre con solo 320 millones de euros, casi 150 millones menos que tres meses antes. La primera vista en la justicia irlandesa está prevista para la primera semana de diciembre.
En lo que va de año, Norwegian acumula pérdidas de más de 600 millones de euros y en los últimos meses ha reconocido en varias ocasiones que su situación es crítica, hasta el punto de no poder garantizar que sus operaciones vayan a poder continuar a medio plazo. Su liquidez alcanza para el mes y medio que resta para que termine el año, pero no para 2021. España es uno de los países clave en el mapa de rutas de la aerolínea.
El destino está siendo caprichoso con todas las aerolíneas —todos los grupos aéreos mundiales han tenido que apelar a las ayudas públicas por una u otra vía— pero, muy particularmente, con Norwegian. Aunque sus problemas financieros son bastante anteriores al estallido de la crisis sanitaria, en poco más de un año la firma escandinava ha pasado de ser objeto de deseo de IAG —uno de los mayores conglomerados aéreos de Europa y dueño de British Airways e Iberia, que llegó a entrar en su accionariado— al abismo absoluto.
Atrás quedan los años de crecimiento desaforado que le llevaron a convertirse, en tiempo récord, en la tercera mayor low cost del Viejo Continente y en una de las pioneras de los vuelos transatlánticos a precios bajos a costa de una deuda que no ha dejado de crecer desde su fundación, a mediados de los años noventa. Hoy, su batalla es por la supervivencia.