Se buscan inversores valientes para empresas en crecimiento (y de gran volatilidad)

El Mercado Alternativo cambia de nombre a BME Growth en un año de atractivas subidas

Vista general de la Bolsa de Madrid.Ricardo Rubio (Europa Press)

Ha sido un sueño de siempre del mercado español. Tener un segmento de empresas en sus fases iniciales que pueden crecer gracias a la cotización en Bolsa. El recién renombrado BME Growth (antes Mercado Alternativo Bursátil) empieza a dar alegrías tras episodios de estafa como el protagonizado por Gowex o las firmas de cortísima vida como Negocios o de escaso éxito (Zinkia, productora de Pocoyó), entre otras. Pero en este complicadísimo 2020 con un índice Ibex 35 perdiendo el 28% de su valor en el año, los dos índice...

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Ha sido un sueño de siempre del mercado español. Tener un segmento de empresas en sus fases iniciales que pueden crecer gracias a la cotización en Bolsa. El recién renombrado BME Growth (antes Mercado Alternativo Bursátil) empieza a dar alegrías tras episodios de estafa como el protagonizado por Gowex o las firmas de cortísima vida como Negocios o de escaso éxito (Zinkia, productora de Pocoyó), entre otras. Pero en este complicadísimo 2020 con un índice Ibex 35 perdiendo el 28% de su valor en el año, los dos índices que miden la marcha de estos valores se han disparado. El Ibex BME Growth 15 (reúne las 15 empresas más grandes) ha subido el 36% en el año y el Ibex BME Growth All Share (recoge todas las firmas del mercado excepto las inmobiliarias o Socimis) lleva una ganancia del 28% este ejercicio.

La falta de tejido industrial en España se refleja en este mercado que cuenta con 118 compañías cotizadas: 25 se dedican a negocios industriales, tecnológicos, y el resto está compuesto por las Socimis, beneficiadas de un buen trato fiscal por cotizar y que en su gran mayoría corresponden a patrimonios inmobiliarios de una o varias familias. Datos que contrastan con los mercados de crecimiento como los de Italia, Francia o Reino Unido donde estos segmentos de contratación acogen a más de 400 compañías cada uno de sectores tecnológicos o industriales. Para dar cuenta del reducido tamaño de este segmento de la Bolsa, todas las compañías tienen un valor de 15.300 millones de euros, justo lo mismo que la firma constructora y de servicios Ferrovial.

Desde que nació este mercado, las empresas han obtenido 4.586 millones de euros en financiación, lo que les ha permitido acometer nuevos proyectos, adquisiciones y, por tanto, crecer y crear más empleo. Al tratarse de empresas que acaban de romper el cascarón, el riesgo es muy elevado. El éxito o el fracaso están ahí. Destacan valores como la firma de telefonía MásMóvil o la de energía renovables, Grenergy que, apoyados en el mercado de crecimiento, consiguieron dar el salto al mercado continuo, a la primera división con gran rentabilidad para sus accionistas en esta aventura. MásMóvil, incluso, se encaramó al selecto grupo del Ibex 35.

Luis de Blas, que colidera la gestión de la gestora especializada en pequeños valores Valentum, indica que además de captar financiación a través del mercado, estas pequeñas compañías se sirven de él para realizar operaciones de concentración, lo que les permite crecer con rapidez. Volviendo a MásMóvil, que empezó en el MAB con el nombre de Ibercom, hizo distintas adquisiciones hasta acabar entrando en Yoigo y alcanzar un valor en Bolsa de 2.936 millones. Compañías como Atrys, Agiles o Gigas son otros buenos ejemplos de esta estrategia.

El cambio de nombre de MAB a BME Growth va más allá, explica Jesús González Nieto, director gerente de este segmento del mercado: “Responde a la obtención por parte de la CNMV de la categoría de SME Growth Market”. Este sello europeo otorga a BME Growth “un perfil más internacional y una mejor posición competitiva, dado que se reconocen los mismos estándares de calidad, transparencia y liquidez de los demás SME Growth Market europeos”. Esto implicará, según González Nieto, un mayor acceso de inversores internacionales en este mercado. “Entre las ventajas que tendrán las empresas destaca una menor carga regulatoria”.

Si con ello se homologa el mercado español de valores en crecimiento con mayor interés para los extranjeros, más complicado puede resultar atraer compañías de otros países. A pesar de la compra de BME por el operador suizo SIX, desde el mercado español apuntan que “en principio, el mercado está abierto a empresas de cualquier país, aunque por las características de este tipo de empresas, en estos mercados suelen cotizar sobre todo compañías nacionales. Pero, por supuesto, es una opción que empresas de otros países coticen aquí”.

El inversor en BME Growth se enfrenta a una paradoja. Por un lado, su elevado riesgo. La fragilidad de muchos de los negocios que cotizan aquí lo hacen poco apetecible para el inversor particular, que asume mucho riesgo en estos valores. Por otra parte, para los inversores profesionales, como los fondos de inversión, son valores demasiados pequeños y cuesta tanto tomar posiciones como deshacerse de ellas. Gonzalo Sánchez, gestor de Gesconsult, explica que hay que buscar un mínimo de liquidez y mirar uno a uno los valores, ya que los volúmenes de contratación en el BME Growth son muy dispares. “Estuvimos en Grenergy antes de dar su salto al continuo, también en Holaluz, y nos gusta la firma de servidores Giga. Normalmente, realizamos picoteos esporádicos en los valores de este segmento del mercado. Si tuviéramos fondos cerrados o de private equity te podrías permitir el lujo de estar más presente, pero nosotros tenemos que dar liquidez a nuestros partícipes si quieren salir”, indica Sánchez.

Proyecto necesario

“El cambio de viento en estos valores te puede hacer caer o, por el contrario, volar”, dice Luis de Blas, de Valentum. Y hace hincapié en que estos mercados son muy necesarios para desarrollar el tejido industrial. “Es muy interesante unirte a estos proyectos y verlos crecer vía fusiones o por ampliaciones de capital. Nos gustan Lleida.Net, Gigas y también estuvimos en el despegue de MásMóvil y Grenergy. Normalmente, entramos con 50.000 o 60.000 euros y vamos aumentando si la empresa consigue cumplir sus planes”. El pasado mes de septiembre, Renta4 lanzaba el fondo Megatendencias Tecnología y su gestor, Luis Golderos, indica que aunque no ponen limitaciones a invertir en BME Growth, “hoy por hoy no vemos ningún valor que tenga algo diferencial para triunfar”, concluye. Y Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link comenta que su departamento ni siquiera los sigue, aunque desde la mesa de traders “a veces se meten en los más líquidos o en los que se calientan de pronto”.

Valor estrella: Lleida.net

La compañía de BME Growth, Lleida.net hace pequeñas las ganancias de las famosas tecnológicas mundiales. En el año se ha revalorizado el 835% y dentro del sector de telecomunicaciones es la primera operadora dedicada a la certificación. Ha creado el email y SMS certificados, factura electrónica certificada, contrato electrónico certificado, Conectaclic (circuitos de certificación 'online' adaptados), Stamphoto (certificación de fotografías), Stamp IDLleida.net(comprobación de DNI y pasaporte), Check All y Check Network (validación de números de teléfono), así como, envíos masivos de SMS. Recientemente llegaba a un acuerdo con Indra y aprobaba su salida a la Bolsa de Nueva York en el segmento OTCQX del OTC Markets Group.

Firmas como Making Science, Netex, Proeduca o Elzinc han logrado subidas del cien por cien de su valor. Otro ejemplo es Facephi, una empresa de reconocimiento facial cuyos accionistas han ganado en el año el 95% y ha pasado de valer nueve millones de euros en su estreno en 2016 a 81 millones de euros en la actualidad. La otra cara en este año son Coro Patrimonial, ADL Bionatur o Green Noak Spain Holdings que registran caídas superiores al 70%.

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