Los consejos de Unicaja y Liberbank contratan a sus asesores para estudiar su fusión

Los bancos han dado mandato a bufetes de abogados, bancos de inversión y auditores para analizar los balances

Los logotipos de las entidades Unicaja y Liberbank.Rodrigo Jiménez (EFE)

La entidad malagueña Unicaja y la asturiana Liberbank han iniciado formalmente las conversaciones para negociar una eventual fusión. Los consejos de administración de las dos entidades fueron este miércoles informados de los contactos preliminares mantenidos y aprobaron contratar a los asesores legales que realizar este proceso. Unicaja recurrió al despacho de abogados será Uría, el banco de inversión Mediobanca y PwC para la due diligence. Liberbank trabajar...

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La entidad malagueña Unicaja y la asturiana Liberbank han iniciado formalmente las conversaciones para negociar una eventual fusión. Los consejos de administración de las dos entidades fueron este miércoles informados de los contactos preliminares mantenidos y aprobaron contratar a los asesores legales que realizar este proceso. Unicaja recurrió al despacho de abogados será Uría, el banco de inversión Mediobanca y PwC para la due diligence. Liberbank trabajará con el bufete Ramón y Cajal, Deutsche Bank, y Deloitte será quien deba hacer el trabajo fino de conocer el balance de Unicaja.

El trabajo más delicado corresponderá a las auditoras PwC y Deloitte porque deben analizar la situación precisa de cada uno de los bancos. Con sus conclusiones, en un trabajo que se denomina due diligence, cada uno de los participantes debe llegar a una valoración de los activos y hacer una oferta que se plasmará en la ecuación de canje. Con ella, se determinará qué parte del capital de la nueva entidad fusionada corresponde a Unicaja y cuanta a Liberbank. Las entidades ya intentaron su fusión en 2019, pero rompieron en mayo de aquel año precisamente porque no se pusieron de acuerdo en el reparto del capital del banco fusionado.

Para llegar a esta ecuación se tienen en cuenta varios factores. El primero de ellos es la valoración en Bolsa de cada una de las entidades: este miércoles Unicaja valía 1.093 millones y la entidad asturiana 745 millones. De todas formas, esta cotización recoge las fuertes subidas que tuvieron tras anunciar sus contactos. Además, se tiene en cuenta el tamaño de los activos, la liquidez, la solvencia, los beneficios y la tasa de cobertura de los créditos, un aspecto fundamental en un momento en el que se espera que aflore la morosidad en 2021.

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El Banco Central Europeo (BCE) ha cambiado la normativa y ya no exigirá que el banco resultante tenga el nivel de capital equivalente al banco con mejor ratio de los que se fusionan. Esta circunstancia podría hacer que no fuera necesaria una ampliación de capital y que los costes de los despidos y cierres de oficinas se pagaran con el fondo de comercio negativo que generaría la operación.

Pero el camino solo acaba de empezar y se calcula que la due diligence podría tardar entre tres y cuatro semanas en estar preparada, según fuentes conocedoras de la operación.

Una vez que finalicen los informes, los consejos deberán decidir si dan su visto bueno a una operación que daría lugar a la quinta mayor entidad por volumen de activos en España (ya materializada la fusión entre CaixaBank y Bankia), al sumar 108.826 millones de euros (63.002 millones de Unicaja y 45.824 millones de Liberbank, según datos de junio de 2020). La entidad combinada tendría una plantilla de 9.972 empleados (6.274 de Unicaja y 3.698 de Liberbank) y una red de 1.608 oficinas (1.029 de Unicaja y 579 de Liberbank).


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