Francisco Bermúdez (Capgemini) “La tecnología mitigó el golpe de la covid-19 y será clave para salir de la crisis”

El consejero delegado para España del gigante francés de la consultoría cree que la integración de Altran, comprada por 4.400 millones de euros, “es un salto hacia la industria inteligente”

Francisco Bermúdez, consejero delegado de Capgemini en España.

Capgemini ha logrado completar durante el confinamiento la mayor operación de su historia. La multinacional francesa, especializada en consultoría tecnológica y transformación digital, ha adquirido Altran Technologies a través de una opa amistosa presentada en Francia, sede de ambas compañías. El valor aproximado de la adquisición asciende a 4.400 millones de euros. La empresa resultante tendrá 270.000 empleados, casi 10.000 de ellos en España.

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Capgemini ha logrado completar durante el confinamiento la mayor operación de su historia. La multinacional francesa, especializada en consultoría tecnológica y transformación digital, ha adquirido Altran Technologies a través de una opa amistosa presentada en Francia, sede de ambas compañías. El valor aproximado de la adquisición asciende a 4.400 millones de euros. La empresa resultante tendrá 270.000 empleados, casi 10.000 de ellos en España.

A pesar de haber coincidido con la peor pandemia en un siglo y sus devastadoras consecuencias económicas, el consejero delegado de Capgemini en España, Francisco Bermúdez, asegura que la fusión no llega en mal momento. “Somos dos compañías muy complementarias y nuestras actividades apenas se solapan”, subraya. “La integración de Altran supone un salto cualitativo hacia la industria inteligente o industria 4.0 no solo en manufacturas, sino también en ingeniería, en I+D y en la gestión de activos industriales a lo largo de las cadenas de suministro”. España es uno de los países donde la operación va a tener más impacto, pues Capgemini tiene aquí 5.200 empleados y Altran otros 4.200. “Altran nos aporta oficinas en País Vasco, Andalucía, Castilla y León y Galicia, y ello nos va a permitir tener una cobertura nacional mucho más importante”, apunta Bermúdez, que se hizo con el timón de Capgemini en España en abril de 2018 tras más de dos décadas en el grupo.

Capgemini tiene clientes en sectores muy diversos, desde los servicios financieros y la industria manufacturera hasta el comercio minorista y el sector público, y por ello dispone de un observatorio privilegiado para calibrar el impacto del coronavirus en la actividad económica y detectar tendencias. Su máximo directivo en España está convencido de que la realidad poscovid va a ser muy distinta a la de hace apenas unos meses: “Este no ha sido un paréntesis que ha provocado un parón en la economía nacional y que nos permitirá volver a encontrarnos igual que antes”.

Bermúdez (Lausana, Suiza, 1971) explica que Capgemini ha conseguido salir airosa del confinamiento gracias a su carácter eminentemente tecnológico y a la flexibilidad para adaptar sus servicios a las demandas de los clientes. “En nuestro caso, estábamos acostumbrados a trabajar en remoto”, subraya. “Todo el mundo tenía un portátil, todo el mundo tenía comunicaciones y los sistemas funcionaban, pero algunos clientes no estaban muy preparados para el teletrabajo y les hemos ayudado a hacerlo”.

Entre las tendencias que ya asomaban antes de la irrupción del coronavirus y que ahora cobrarán fuerza, Bermúdez destaca los pagos sin contacto en los comercios, el teletrabajo, la transformación digital de las empresas o el compromiso con la sostenibilidad del planeta. La pandemia, subraya, ha cambiado para siempre la forma de trabajar: “Va a haber un antes y un después, claramente. Hay una conciencia en la sociedad de que muchas de las cosas que pensábamos que no se podían hacer, ahora se van a poder hacer. El hecho de que tantas empresas de distintos sectores hayamos podido trabajar en remoto ha roto ciertos paradigmas, ciertas creencias”.

Es cada vez más evidente que el día que el coronavirus no sea más que un mal recuerdo, buena parte de la población seguirá trabajando desde casa. “En España vivimos en una cultura de mucho presencialismo y no podemos cambiar de modelo de un día para otro, pero el teletrabajo va a continuar”, dice Bermúdez, quien puntualiza, sin embargo, que el contacto humano seguirá siendo importante en las empresas. “Cuando se incorpora una persona al mercado laboral, hay que ayudarla a desarrollarse, pero se hará de forma distinta a como ha sido hasta ahora”, señala.

Sostiene Bermúdez que las compañías mejor dotadas tecnológicamente han sufrido menos el impacto de la covid-19 y que la constatación de esta realidad va a acelerar la transformación digital de las empresas. “La tecnología nos ha ayudado a mitigar el golpe de la covid-19 y será clave para salir de la crisis. Imagínese que todo esto hubiera sucedido hace 10 años. No podríamos haber seguido con el nivel de actividad que hemos tenido. Imagínese una rueda de prensa del Gobierno en remoto hace 10 o 15 años. Hubiera sido inviable”. El máximo responsable de Capgemini en España cree que nuevas tecnologías como la inteligencia artificial o la tecnología 5G van a permitir trabajar de forma más eficiente y que no por ello supondrán una amenaza para el trabajo humano. “Cambios siempre ha habido y siempre los habrá. Lo que nos muestra esta crisis es que van a ser cada vez más rápidos e imprevisibles”, afirma.

En su opinión, otra de las consecuencias que traerá el coronavirus será una mayor implicación del sector privado en la lucha contra el calentamiento de la Tierra: “Hemos visto que se puede trabajar en remoto y que a lo mejor no hace falta viajar tanto. La sociedad es cada vez más consciente de que las empresas tienen una responsabilidad con el mundo que vamos a dejar a las futuras generaciones y que tenemos que contribuir a reducir las emisiones de carbono”. El teletrabajo, añade, puede ser de gran ayuda para afrontar retos que tienen por delante las grandes ciudades como la contaminación y la movilidad.

Lecciones

Bermúdez hace hincapié en que las empresas están obligadas a extraer lecciones de lo vivido durante el confinamiento. “Dudo de que haya una empresa española en la que todo haya ido perfectamente. Todas han podido detectar oportunidades de mejora. Hay que analizar lo que ha pasado para que, si vuelve una crisis similar, dentro de unos meses o de unos años, no tropecemos de nuevo en la misma piedra. Y, sobre todo, identificar cuáles son los fallos o los cuellos de botella en su operativa”.

Del mismo modo en que las empresas peor preparadas tecnológicamente están atravesando más dificultades, las personas sin acceso a medios digitales van a tener más problemas para salir adelante. Para paliar estas desigualdades, Bermúdez considera prioritario favorecer el uso de las nuevas tecnologías en aquellos sectores de la población con menos recursos. “Somos un mundo cada vez más tecnológico y, por tanto, hay un riesgo de que haya gente que se desconecte del futuro, que se quede excluida”.


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