Lagarde advierte a los líderes europeos de que el peor golpe está por llegar con una subida del desempleo
La presidenta del BCE apremia a los jefes de Estado y de Gobierno a adoptar un plan de recuperación "amplio, rápido, flexible y firmemente anclado en reformas"
Los Veintisiete arrancaron esta mañana las negociaciones para un plan para relanzar la economía europea. Los socios de la UE han debatido por primera vez sobre la propuesta elaborada por la Comisión Europea, que contempla destinar 750.000 millones a la recuperación económica. La cumbre ha sido inusualmente rápida y se ha zanjado sin un acuerdo claro más allá que la propuesta de acelerar los trabajos sobre el fondo de reconstrucción pa...
Los Veintisiete arrancaron esta mañana las negociaciones para un plan para relanzar la economía europea. Los socios de la UE han debatido por primera vez sobre la propuesta elaborada por la Comisión Europea, que contempla destinar 750.000 millones a la recuperación económica. La cumbre ha sido inusualmente rápida y se ha zanjado sin un acuerdo claro más allá que la propuesta de acelerar los trabajos sobre el fondo de reconstrucción para intentar aprobar las ayudas en julio.
La presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, ha urgido a los líderes a aprovechar la cumbre, que ha acabado con el compromiso de seguir hablando, para lograr avances. “No podemos permitirnos ningún retraso”, ha apremiado. Ya en la cumbre, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha avisado de que el peor golpe para el mercado laboral está todavía por llegar: la tasa de paro escalará a nivel comunitario hasta el 10%, desde el 6,6% de abril, y se cebará sobre todo entre los jóvenes. Según fuentes comunitarias, Lagarde ha pedido a los jefes de Estado y de Gobierno un plan “amplio, rápido, flexible y firmemente anclado en reformas económicas”.
La reunión por videoconferencia de este viernes era un punto de partida para negociar el fondo de recuperación y el Marco Financiero Plurianual para los próximos siete años. Fuentes diplomáticas esperaban que se pusieran sobre la mesa todas las dudas y discrepancias expresadas en los encuentros y llamadas bilaterales en las últimas semanas. Los cuatro halcones (Países Bajos, Suecia, Dinamarca y Austria) cuestionan el tamaño, la cantidad de subvenciones (dos tercios del plan, el resto son préstamos) y piden que a cambio de esos recursos los países beneficiarios lleven a cabo reformas. Los países del sur, por su lado, quieren ver un desembolso más rápido de los fondos y evitar que se impongan duras condiciones para su acceso.
En una rueda de prensa en Viena antes del Consejo, el canciller austriaco, Sebastian Kurz, ha reiterado su preferencia por los préstamos. Aun así, ha indicado que si finalmente se opta por dar también ayudas a fondo perdido, él exigirá saber a qué destina ese dinero. Ya en la reunión con los líderes, Kurz ha mantenido la línea dura y ha reclamado que el dinero se destine a reformas estructurales e inversiones ecológicas y no a “ideas como una renta básica universal o cupones de viaje”, en clara referencia a Italia, según Bloomberg.
Los líderes de las instituciones comunitarias han pedido a los jefes de Estado y de Gobierno que no dejen pasar la oportunidad para avanzar hacia un pacto. Lagarde ha expuesto las previsiones económicas del BCE: en el mes de junio la economía de la zona euro se habrá contraído un 13% respecto al trimestre anterior, mientras que en el conjunto del año lo hará un 8,7%.
A pesar de que todo indica que lo peor ha pasado, Lagarde ha recordado que Europa sigue afrontando un reto de grandes dimensiones. Millones de trabajadores ahora están protegidos por sistemas como los expedientes de regulación temporal de empleo. La presidenta del BCE, según fuentes comunitarias, ha señalado que el mercado laboral europeo puede sufrir a partir de ahora su peor golpe, con una subida del paro hasta el 10%. Ahora la tasa de desempleo es del 6,6% en la UE y del 7,3% en la zona euro, según Eurostat. La presidenta del BCE, según fuentes comunitarias, ha sostenido que la actuación decidida de los gobiernos y las instituciones de la UE ha demostrado ser efectiva para los mercados, pero ha alertado de que un fracaso puede llevar a todo lo contrario.
Antes de la reunión, Von der Leyen ha considerado en un vídeo difundido a través de su cuenta de Twitter que la propuesta que ha elaborado es “ambiciosa y equilibrada”. Esta se basa en un paquete de 750.000 millones, de los cuales 500.000 millones son subvenciones a fondo perdido. “Junto con el presupuesto a largo plazo, hay un enorme estímulo de 1,85 billones. No solo ayuda a los países más golpeados por el virus, también a aquellos cuyas economías han sido golpeadas indirectamente por el confinamiento”, ha sostenido Von der Leyen.
La presidenta ha recordado que la crisis pone a Europa ante la obligación de “invertir y hacer reformas para salir de la crisis” y considerado que el fondo de recuperación “ayudará a Europa a modernizarse”. “Es una oportunidad que ni podemos permitirnos perder”, ha remachado la presidenta del Ejecutivo. El mismo tono de urgencia imprimía el jueves la canciller alemana Angela Merkel, que advertía: “Europa ha demostrado su vulnerabilidad. Nunca antes la cohesión y la solidaridad en Europa han sido tan importantes”.
Michel: “Ahora es el momento de comprometerse”
El llamamiento a los líderes europeos, no obstante, ha llegado de las tres instituciones. A ese mensaje de Von der Leyen se han sumado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el del Parlamento Europeo, David Sassoli. A través de su cuenta de Twitter, Michel ha resaltado la “responsabilidad colectiva” de los jefes de Estado y de gobierno para acordar el paquete de ayudas. “Ahora es el momento de comprometerse”, ha señalado. Sassoli ha comparecido en una rueda de prensa tras participar en el arranque del Consejo. El italiano ha agradecido la propuesta “ambiciosa” de la Comisión, pero ha advertido a los líderes europeos que ese debe ser el punto de partida. En otras palabras: solo cabe mejorarla, no recortarla.
“El tiempo es un lujo que no nos podemos permitir. Debemos actuar con urgencia y valentía, ya que la ciudadanía, empresas y economías de la Unión Europea necesitan una respuesta inmediata. Las y los europeos esperan una acción audaz. Ahora es el momento de que cumplamos”, ha urgido.