Nissan Motor Ibérica: el fin del sueño de una factoría centenaria
La fábrica situada en la Zona Franca de Barcelona es historia viva de la industria automovilística española
El origen de Motor Ibérica en Barcelona se remonta a principios de los años veinte del siglo pasado. Henry Ford elige Cádiz para abrir una de sus primeras factorías fuera de Estados Unidos en 1920. Allí, en unas naves junto al puerto que antes habían albergado una fábrica de licores, nació el germen de la industria automovilística española. Tres años más tarde, la multinacional estadounidense se traslada a la avenida Icaria de Barcelona bajo la promesa de unos aranceles más bajos y una mano de obra ...
El origen de Motor Ibérica en Barcelona se remonta a principios de los años veinte del siglo pasado. Henry Ford elige Cádiz para abrir una de sus primeras factorías fuera de Estados Unidos en 1920. Allí, en unas naves junto al puerto que antes habían albergado una fábrica de licores, nació el germen de la industria automovilística española. Tres años más tarde, la multinacional estadounidense se traslada a la avenida Icaria de Barcelona bajo la promesa de unos aranceles más bajos y una mano de obra más industrializada.
Ford Motor Ibérica echaba a andar en España en esa gran fábrica catalana, una de las primeras de España, con casi 300 trabajadores. En aquella época la empresa importaba el mítico modelo Ford T junto a otras piezas para ensamblar otros modelos de coches y camionetas. Poco a poco fue aumentando la producción. Antes de la Guerra Civil ya fabricaba media docena de modelos de coches y camiones.
Tras la guerra, el régimen de Franco intervino la compañía para que produjera material industrial y para el campo. De esa factoría salieron muchos camiones, tractores y maquinaria agrícola, que bajo la marca Ebro, han trabajado los campos españoles durante décadas. Eran los años de la autarquía y la economía planificada.
Ya en los sesenta Ford traslada su fábrica a unas parcelas a las afueras de Valencia, en Almussafes, y Motor Ibérica se queda en Barcelona gracias a la alianza con la mítica marca de tractores Massey-Ferguson. Ebro fue ampliando sus tentáculos con nuevas fábricas en otros puntos de España, pero su corazón seguía en Barcelona. En 1967, Motor Ibérica estrena sus nuevas instalaciones en la Zona Franca. Unos años más tarde, a principios de 1980, el grupo japonés Nissan adquiere la totalidad de las acciones de la compañía para producir el Patrol y la mítica furgoneta Vanette e iniciar su expansión en Europa. Ahora dan un paso atrás antes de despedirse de Barcelona.
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