Ikea cancela el ERTE que afectaba a 8.725 empleados
La cadena sueca de decoración reabre ocho de sus 19 puntos de ventas, los que se ubican en zonas en fase 2
Ikea vuelve a la actividad. La cadena sueca de muebles y decoración abre hoy las tiendas situadas en las provincias que entran en la fase 2, ocho instalaciones en total, y reincorpora a toda la plantilla, cancelando así el ERTE que afectaba a 8.725 empleados. Con ellos ha firmado un acuerdo para flexibilizar el trabajo que incluye cambios de horario, excedencias o reducciones de jornada incluso sin reducción de sueldo, siempre que se recuperen las horas antes de marzo de 2021. También ha implementado un protocolo de seguridad que incluye la toma de temperatura a los empleados o la eliminación ...
Ikea vuelve a la actividad. La cadena sueca de muebles y decoración abre hoy las tiendas situadas en las provincias que entran en la fase 2, ocho instalaciones en total, y reincorpora a toda la plantilla, cancelando así el ERTE que afectaba a 8.725 empleados. Con ellos ha firmado un acuerdo para flexibilizar el trabajo que incluye cambios de horario, excedencias o reducciones de jornada incluso sin reducción de sueldo, siempre que se recuperen las horas antes de marzo de 2021. También ha implementado un protocolo de seguridad que incluye la toma de temperatura a los empleados o la eliminación de las bolsas amarillas de uso común.
Según ha informado la multinacional sueca en un comunicado, a partir de este lunes están abiertas las tiendas de A Coruña, Asturias, Barakaldo, Jerez, Murcia, Sevilla, Zaragoza y el punto de entrega de Pamplona, los puntos que están en las provincias que ya han pasado a la fase dos. La empresa tiene otros 11 puntos de venta en España, incluyendo las dos tiendas pequeñas, dedicadas a salones y dormitorios, que abrió en el centro de Madrid.
Pese a ello, la compañía ha decidido cancelar el ERTE que afectaba a 8.725 empleados y todos vuelven a cobrar sus sueldos desde este lunes. En el comunicado, la responsable de la multinacional para España, Petra Axdorff, señala que “solo gracias a ellos”, los empleados, la empresa ha podido tomar las medidas necesarias para adaptarse a la nueva situación y “tenemos, claro que debemos actuar para cuidar de las personas, de nuestros compañeros y compañeras y sus familias y proteger nuestro negocio. Con esta situación necesitamos más que nunca a nuestros trabajadores”.
Con la reincorporación de los 8.725 empleados de Ikea, el sector comercial recupera este lunes a cerca de 40.000 trabajadores, en torno al 40% de los afectados por ERTE en el sector, según un recuento realizado por EFE, que estima que esta semana puede llegarse al 50%. A los de Ikea se suman, entre otros, unos 13.000 empleados que vuelven al trabajo en El Corte Inglés (de un ERTE de 25.900), más otros 1.900 de Mango (de los 4.767 afectados por el ERTE).
Flexibilidad laboral
Ikea ha firmado con sus empleados un plan de flexibilidad laboral para todo este año que incluye cambios de horarios y turnos respecto a la planificación entregada. A cambio, los empleados pueden solicitar reducciones de jornada sin justificar y, en su caso, sin reducción de salario, siempre que se recuperen las horas antes del 31 de marzo del año que viene. También podrán excedencias temporales con reserva de puesto o permisos retribuidos recuperables de entre dos y 15 días. El ERTE no computará para las vacaciones. “Esta decisión “responde al objetivo de disponer de plena autonomía y libertad para estructurar nuestra actividad de cara a los próximos meses” conforme avance la desescalada, cuyo ritmo no puede asegurar, señala la empresa.
De cara a la reapertura, Ikea ha definido durante las últimas semanas un protocolo de seguridad para minimizar el riesgo de contagio de la covid-19. Además del consabido refuerzo de la higiene, el mantenimiento de la distancia de seguridad, el aforo y el suministro a empleados de equipos de protección (“mascarillas, guantes y gafas o pantalla facial”) y de gel desinfectante y guantes para clientes, el plan incluye la toma de temperatura a los empleados y a los camioneros que entreguen mercancía en los almacenes.
Además, Ikea suprime el uso de sus icónicas bolsas amarillas de uso común, las que los clientes usan para ir guardando los artículos que compran y que depositan en las cajas antes de marcharse. A partir de ahora, solo podrán usar las azules, que adquieren y se llevan a casa, y los carritos. Los clientes tendrán itinerarios marcados en las tiendas, además de las célebres flechas que marcan la dirección de la visita. Finalmente, hay un protocolo para la prueba de colchones, almohadas o camas, con protectores y productos desinfectantes.