China requiere mayores estímulos

Los problemas a los que se enfrenta el crecimiento chino pasarán del confinamiento a la reducción de la demanda externa

Vista del principal distrito financiero en Pekín.Mark Schiefelbein (AP)

El Gobierno chino ha anunciado que el PIB se ha hundido un 6,8% en el primer trimestre de 2020, algo más de lo esperado, debido a las turbulencias económicas sin precedentes causadas por el brote de la covid-19 en el país. Por otra parte, el conjunto de indicadores de actividad de marzo, anunciados junto con los resultados del PIB, nos aporta más información sobre la naturaleza de la desaceleración del crecimiento provocad...

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El Gobierno chino ha anunciado que el PIB se ha hundido un 6,8% en el primer trimestre de 2020, algo más de lo esperado, debido a las turbulencias económicas sin precedentes causadas por el brote de la covid-19 en el país. Por otra parte, el conjunto de indicadores de actividad de marzo, anunciados junto con los resultados del PIB, nos aporta más información sobre la naturaleza de la desaceleración del crecimiento provocada por la pandemia. En concreto, revela que el crecimiento de la producción industrial se redujo un 1,1% en marzo, lo que supone un repunte considerable en comparación con la caída interanual del 13,5% que se produjo en enero y febrero, pero la recuperación de la inversión en activos fijos y la venta minorista pareció desinflarse en marzo.

La rápida recuperación de la producción industrial sugiere que las repercusiones negativas del brote de la covid-19 en la oferta tienden a ser temporales. Tras las medidas de confinamiento iniciales establecidas en todo el país, gran parte de las actividades productivas se detuvieron en febrero y ahora se recuperan rápidamente a medida que la población vuelve al trabajo. Pero la desestabilización de la demanda debido a la pandemia tardará más tiempo en desvanecerse, provocando que muchas empresas y empleados sean reacios a reanudar su inversión y consumo, incluso tras la contención del virus.

Por otro lado, la pandemia sigue causando estragos en muchos de los principales socios comerciales de China. Los problemas a los que se enfrenta el crecimiento chino pasarán del confinamiento a la reducción de la demanda externa. La evidencia anecdótica presagia cancelaciones masivas de pedidos de exportación, lo que podría arrastrar a millones de chinos al desempleo.

La gran preocupación por el crecimiento llevará a las autoridades chinas a relajar su política económica para acelerar la economía, sobre todo la demanda interna. Los observadores del mercado anticipan que el Gobierno central ampliará significativamente el margen de déficit fiscal de 2020 por encima del 4% del PIB, en comparación con el 2,8% del año pasado. Entre tanto, las autoridades ya han decidido emitir cierta cantidad de coronabonos para financiar las medidas paliativas de esta crisis destinadas a los más necesitados, y facilitar así la recuperación económica. En materia de política monetaria, el Banco Central reducirá los tipos de interés, aunque con moderación. Estas medidas favorables al crecimiento contribuirán a que este remonte el vuelo, por lo que el crecimiento podría acelerarse hasta el 7% en el cuarto trimestre, para finalizar el año 2020 con crecimiento medio del 2,2% respecto a 2019, muy por debajo a lo que nos tiene acostumbrados la economía china.

Le Xia, de BBVA Research.

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