Dando un giro a la vida de los jóvenes

El proyecto Gira Jóvenes lleva desde 2012 cambiando la vida de los jóvenes en riesgo de exclusión social y facilitando su entrada en el mercado laboral. Este año, la iniciativa de Coca-Cola y sus entidades colaboradoras pone también el foco en los estudiantes de formación profesional del mundo rural, con el objetivo de consolidar población en la España vaciada.

Sergio Gomes, natural del pueblo madrileño de Valdilecha, tenía en 2016 una vida problemática. Había crecido en una familia disfuncional, contaba 18 años faltos de cariño y, para colmo, su madre había fallecido poco antes. Fue cuando resultó seleccionado para el proyecto Gira Jóvenes (a través de Cruz Roja) y su vida dio un vuelco. Un vuelco para bien. “Es algo que te revuelve por dentro, que te hace comprenderte mejor y quererte a ti mismo”, explica. “Participar en esta experiencia significó un antes y un después en mi vida. Cuando sales eres otro distinto”.

El proyecto Gira Jóvenes de Coca-Cola, una marca fuertemente relacionada con la juventud, ha estado orientado desde sus inicios, en 2012, a trabajar con chavales en riesgo de exclusión social y su integración en el mundo laboral (con el lema Construye tu pasión) y este año (bajo la denominación Impulsa el cambio) abre una nueva vía para trabajar con jóvenes estudiantes de FP que viven en eso que se ha dado en llamar la España vacía o vaciada. En el proyecto se trabaja sobre asuntos como la motivación y el conocimiento personal, con la ayuda de psicólogos y coaches, y se facilita su integración en el mercado laboral.

Cuando comenzó la iniciativa se vivían los años más duros de la crisis y el paro juvenil ascendía al 50%, el más alto de Europa. En el caso de jóvenes en riesgo de exclusión social alcanzaba el 70%. Hoy es del 33,5%. Así, en colaboración con diferentes entidades sociales, que proveen de los perfiles de los participantes, se pone en marcha la iniciativa. “Desde la empresa queremos ser un agente de cambio positivo en la integración sociocultural y socioeconómica”, dice Ana Gascón, directora de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de Coca-Cola Iberia. “Estos jóvenes tienen tanto talento como cualquier otro, pero muchas menos oportunidades: queremos formarles, inspirarles y darles posibilidades para construir el cambio”, añade Gascón.

400 jóvenes participaron en el proyecto Impulsa el Cambio en su primera edición.

En otras vertientes de la RSC de Coca-Cola figuran algunos de los retos más importantes de la actualidad, como el problema del plástico, el agua, la agricultura sostenible, la reducción de las emisiones de CO2 o del azúcar en las bebidas. “Toda la cadena de valor de la empresa está impactada por esta estrategia de RSC; no se trata solo de acciones cosméticas y puntuales. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas son para nosotros una guía a seguir”, dice la responsable de RSC de la firma.

Ahora la preocupación también se sitúa en el ámbito rural. “Se trata de colectivos con menos oportunidades”, dice Gascón. “Creemos que es debido a las características demográficas del ámbito rural, donde se generan ciertas desigualdades. Por ejemplo, en el acceso a recursos culturales o educativos. Tenemos también algo que aportar a la España vaciada”.

Después de su experiencia en Gira Jóvenes, Gomes fue embajador de su promoción, trabajó en eventos organizados por Coca-Cola y en centros de alto rendimiento deportivo, y ahora, con 22 años, es monitor dentro del mismo proyecto. “También aprendo siendo monitor, me reconozco en los participantes desde la otra perspectiva, y ahora que he evolucionado puedo ayudarles a ellos”, cuenta. “Me gustaría dedicarme en el futuro al trabajo social”.

Después de pasar por un campus de cuatro días en la provincia de Guadalajara, los jóvenes participantes tienen experiencias laborales en diferentes ámbitos. Por ejemplo, en Azotea Grupo, una empresa de hostelería madrileña que gestiona espacios como la azotea del Círculo de Bellas Artes o el restaurante Nubel, en el museo Reina Sofía. “Nos comprometemos a contratar con todas las garantías y durante períodos de seis meses a jóvenes procedentes de Gira Jóvenes, en un total de 20 personas al año”, dice la periodista y empresaria Cristina Lasvignes, socia de Azotea Grupo.

Estos trabajadores están tutelados por maîtres, directores de sala o chefs de los establecimientos de destino. Si las cosas van bien pueden incluso conseguir un puesto permanente en la empresa. “Es una iniciativa fantástica. Aquí consiguen una experiencia laboral que no tenían previamente por las duras realidades que les ha tocado vivir”, explica Cristina Lasvignes. “Además, tienen toda la actitud y las ganas del mundo, unas ganas de aprender que se contagian al resto del equipo”.

Sergio Gomes: "Participar significó un antes y un después en mi vida. Cuando sales eres otro distinto".

“Es cierto que está resultando muy útil”, refrenda David Pastor, técnico de Inserta Empleo Fundación Once, entidad colaboradora y dedicada a la inclusión laboral de personas con discapacidad. “Son perfiles muy jóvenes que no tienen enfocado su futuro profesional y, en muchas ocasiones, vienen del fracaso escolar. Esto les permite tener una experiencia laboral, con contrato y remuneración”.

Este año, a través de Impulsa el cambio, comienza el trabajo con los estudiantes de FP en el ámbito rural. “Tenemos el objetivo de hacer visibles las oportunidades del mundo rural”, dice Conce Macías, de la entidad colaboradora Alma Natura: “Hacer ver que somos agentes de cambio en el territorio”. Para ello se trabajará con personas de entre 16 y 20 años, hasta 400 en esta primera edición, en municipios de toda España, y en torno a claves como formar, inspirar y activar. “Precisamente los jóvenes y las mujeres, a los que se ve como colectivos más vulnerables, son los más fuertes a la hora de la fijación de la población en el mundo rural. Si consigues esto, el resto ya viene dado”, concluye Macías.

La España que se queda sin gente

Uno de los problemas más discutidos en los últimos tiempos es la despoblación de buena parte del territorio nacional. No solo pasa en España. Se espera que en 2050 el 80% de la población mundial viva en ciudades cada vez más hostiles: la gente se aglutina en las grandes urbes y el campo se queda vacío.

El proyecto Impulsa el cambio de Coca-Cola trata de visibilizar la vida rural y sus oportunidades. “El campo, por suerte o por desgracia, se convierte en zona de recreo del mundo urbano, pero hay que entender que todos los recursos que se consumen en la ciudad vienen del mundo rural”, dice Conce Macías, de la entidad colaboradora Alma Natura.

En España, unos 1.300 municipios tienen menos de 100 habitantes, sobre todo en provincias como Burgos, Guadalajara y Soria. Con sus proyectos, los estudiantes participantes tratarán de mejorar y hacer más atractivo su propio entorno vital, lejos de las calles de las ciudades. “Tendremos que romper muchas barreras psicosociales, esa idea que se nos ha transmitido desde hace varias generaciones de que el futuro está en la ciudad, la creencia extendida de que allí hay más oportunidades”, concluye Macías. “Pero en el mundo rural también hay mucho futuro”.

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