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Por Chiqui de la Fuente
'JUMSCARE'

Cuando crees que me ves, hago ¡chás! y aparezco a tu lado

No todo vale en publicidad para llamar la atención del consumidor. Recurrir a sorpresas inesperadas puede no resultar una buena idea. Aunque otras veces sí

Captar la atención y lograr el interés del futuro cliente es el principal objetivo de una campaña publicitaria. Una vez lograda la atención del destinatario ya vendrán otras consideraciones futuras, pero el primer objetivo ya está conseguido. Lograr eso es El Dorado para las agencias que se dedican a la publicidad.

Y las maneras para conseguir fijar el mensaje en el cerebro del presunto comprador pueden ser muchas y muy variadas. Desde comerciales que buscan tocar la fibra sensible hasta otros que dejan el sentimiento a un lado y apuestan por tocar el bolsillo para conseguir ad...

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Captar la atención y lograr el interés del futuro cliente es el principal objetivo de una campaña publicitaria. Una vez lograda la atención del destinatario ya vendrán otras consideraciones futuras, pero el primer objetivo ya está conseguido. Lograr eso es El Dorado para las agencias que se dedican a la publicidad.

Y las maneras para conseguir fijar el mensaje en el cerebro del presunto comprador pueden ser muchas y muy variadas. Desde comerciales que buscan tocar la fibra sensible hasta otros que dejan el sentimiento a un lado y apuestan por tocar el bolsillo para conseguir adeptos. También están los amables y hay un tipo que, siendo sincero no suele darse mucho, es ese que intenta captar la atención del espectador a toda costa. Y nada mejor que alguna sensación intensa como puede ser un susto. Ejemplos hay varios.

El primero acaba de ser censurado por YouTube. Era una de las promociones de la película de terror The Nun (La monja). Se trata de un pequeño vídeo de seis segundos de duración que se emitía como publicidad justo antes del elegido por el usuario. Denunciado por un sinfín de usuarios, este vídeo desapareció de la popular plataforma al día siguiente. La empresa de Internet consideró esta práctica como jumscare (recurso visual que pretende sorprender al espectador mediante una aparición repentina). Y aunque ha sido censurado el original, las copias campan por sus anchas en el ecosistema YouTube. Advierto que si el espectador es un tanto impresionable puede ser un poco desasosegante.

Aprovechando el tirón en ese momento de las películas sobre fenómenos paranormales, Doritos sacó su propia versión de uno de estos episodios. Luego resulta que esos episodios inexplicables no lo son tanto.

Esta misma técnica utilizó la bebida isotónica alemana K-Fee para hacerte ver que beber este brebaje te hace estar despierto y alerta a cada momento, aunque de una manera poco convencional.

También una marca japonesa como AutoWay, siguiendo el ejemplo de producciones cinematográficas típicas del país nipón, aprovecha este sistema para hacer publicidad de sus neumáticos. Se trata de usar una antigua leyenda japonesa como es kuchisake onna, algo así como nuestra chica de la curva, para no quitar los ojos de la carretera. Además, la realización en blanco y negro de la producción también ayuda.

No solo en los anuncios de televisión se pueden aplicar estas artimañas. En la vida cotidiana también se usan, aunque en este caso con mejores intenciones. Como puede ser avisarte de una manera diferente de malos comportamientos que pueden acarrear consecuencias funestas.

Es el caso de la Parisian Road Safety Authority, que instaló en varios cruces de París un equipo consistente en un gran monitor digital con sensores de movimiento, una cámara y altavoces. Cada vez que una persona cruzaba una calle con el semáforo en rojo, el estruendoso sonido de una frenada de coche sonaba en los altavoces. El peatón, creyendo que iba a ser atropellado por un coche, inmediatamente se quedaba paralizado o se estremecía y generalmente gritaba, antes de mirar desconcertado tratando de descubrir de dónde había venido el ruido.

Y al mirar es cuando veía su cara aterrorizada en la valla publicitaria digital cercana. Cuando sonaba el chirrido, la cámara incorporada de la pantalla tomaba una foto de la expresión petrificada del peatón y la acoplaba inmediatamente en la pantalla. A medida que el culpable se acercaba al monitor, aparecía el mensaje: "No corra el riesgo de mirar a la muerte a la cara. Respeta el semáforo al cruzar la calle".

Una publicidad parecida para prevenir los accidentes de tráfico que afectan a los peatones es la que ha utilizado la policía de la localidad suiza de Lausana. Transcurre la trama de manera amable hasta que en un momento dado se produce un "giro dramático de los acontecimientos" que incluye un momento de sobresalto.

Policía Local de Lausana. "Funeraria Anastasia, patrocinadora oficial de la falta de atención" .Agencia Serranetga, Suiza.

Como último ejemplo, y para desengrasar, una campaña muy simpática de los automóviles Smart. En este caso, es el propio protagonista del anuncio el sobresaltado. Cómo curiosidad, la versión española está protagonizado por Pablo Chiapella, Amador Rivas en la popular serie de televisión La que se avecina.

Y es que la sorpresa siempre puede saltar en cuanto menos te lo esperas.

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