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¿Está de nuevo cambiando el mensaje la Reserva Federal?

Fíjense si está complicado interpretar los mensajes para tener que plantear este título. El diablo vive en los detalles y lo cierto es que, cada vez más, es necesario un intérprete para leer el mensaje de los bancos centrales.

Por partes. El mensaje sigue siendo acomodaticio, así que no podemos hablar de cambio. Sin embargo, es menos acomodaticio de lo esperado. ¿Por qué? Porque no descarta la posibilidad de ver una subida de tipos de interés en junio, en su próxima reunión. Sin embargo, esta opción sigue sin estar descontada por los mercados, que solamente asignan una probabilidad del ...

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Fíjense si está complicado interpretar los mensajes para tener que plantear este título. El diablo vive en los detalles y lo cierto es que, cada vez más, es necesario un intérprete para leer el mensaje de los bancos centrales.

Por partes. El mensaje sigue siendo acomodaticio, así que no podemos hablar de cambio. Sin embargo, es menos acomodaticio de lo esperado. ¿Por qué? Porque no descarta la posibilidad de ver una subida de tipos de interés en junio, en su próxima reunión. Sin embargo, esta opción sigue sin estar descontada por los mercados, que solamente asignan una probabilidad del 32% de que eso ocurra. Pero antes de la reunión de la Reserva Federal, esta probabilidad era del 20%. ¿Confuso? Sin duda.

Mientras tanto, los mercados de renta variable parecen haber encontrado un punto de estabilidad tras las fuertes subidas de las dos semanas anteriores. Muy cerca de máximos históricos en EE UU, pero todavía lejos de los niveles de antes del verano en Europa. Nos ocupa ahora mismo la temporada de lectura de resultados, que parece confirmar lo que todos intuíamos: las cuentas de resultados están sufriendo por los vaivenes de las divisas y por la desaceleración del crecimiento mundial, pero menos de lo previsto. Malos resultados, pero mejor de lo esperado. El neto, estabilidad, que tras lo de enero y febrero, bienvenida sea.

Aun asumiendo que las Bolsas son los mercados que mejores alternativas ofrecen en este panorama de tipos nulos, seguimos recomendando cautela

Por nuestra parte, estamos aprovechando los rebotes y la menor volatilidad para reducir ligeramente las posiciones en renta variable estadounidense, por los niveles de valoración alcanzados, y porque seguimos pensando que el mensaje de tipos de interés desde EE UU tenderá a endurecerse a medida que los precios de las materias primas vayan estabilizándose, el mercado laboral siga dando muestras de fortaleza y, en conclusión conjunta, las expectativas de inflación crezcan. Eso debería seguir elevando los tipos de interés exigidos a la deuda y apreciando el dólar. Ambos factores serían negativos en el corto plazo para las bolsas estadounidense.

Mantenemos sin embargo la exposición a las Bolsa europeas. En contraposición a lo anterior, esos factores deberían jugar positivamente en los mercados del Viejo Continente. Eso sí, nuestra exposición sigue siendo cauta desde el punto de vista de la selección de acciones y sectores, especialmente en el sector financiero, que creemos que seguirá siendo la principal fuente de volatilidad en los próximos meses, por lo que mantenemos una clara infraponderación. Sectores como consumo o telecomunicaciones nos parece que ofrecen una mejor visibilidad desde el punto de vista de negocio, admitiendo que las valoraciones también son más exigentes.

En definitiva, ligera reducción en el riesgo global de las carteras. Pese a que los mercados parecen ofrecer un panorama más estable, lo cierto es que la agenda política viene muy cargada a nivel mundial. Brexit, Grecia, elecciones aquí y allá, son elementos con capacidad para darnos algún que otro disgusto. Aun asumiendo que las bolsas son los mercados que mejores alternativas ofrecen en este panorama de tipos nulos, seguimos recomendando cautela.

Alejandro Vidal es director de Estrategia de Mercados de Banca March

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