La devaluación salarial se aceleró con la reforma laboral, según el regulador

La duración e intensidad de la crisis también “podrían explicar” la mayor caída desde 2012

La ministra de Empleo, Fátima Báñez.J.W. (EFE)

Al hablar de la devaluación salarial de los últimos años, para el Banco de España hay un antes y un después de la última reforma laboral. Entre el comienzo de la crisis, en 2008, y 2012, por cada punto porcentual de paro los sueldos bajaban un 0,14%; desde ese año, la caída es del 0,26%, según uno de los artículos publicados ayer en el boletín económico de junio del regulador financiero.

“La mayor sensibilidad de los salarios a partir de 2012 estaría en línea con una mayor utilización por parte de las empresas de las posibilidades de ajustar las condiciones laborales la situación económ...

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Al hablar de la devaluación salarial de los últimos años, para el Banco de España hay un antes y un después de la última reforma laboral. Entre el comienzo de la crisis, en 2008, y 2012, por cada punto porcentual de paro los sueldos bajaban un 0,14%; desde ese año, la caída es del 0,26%, según uno de los artículos publicados ayer en el boletín económico de junio del regulador financiero.

“La mayor sensibilidad de los salarios a partir de 2012 estaría en línea con una mayor utilización por parte de las empresas de las posibilidades de ajustar las condiciones laborales la situación económica que proporcionó el nuevo marco regulatorio”, apuntan Mario Izquierdo y Sergio Puente, economistas pertenecientes al servicio de estudios del Banco de España. “No obstante, otros factores, como la mayor duración e intensidad de la crisis, podrían explicar esta mayor respuesta”, añaden los autores.

El estudio, llamado La respuesta de los salarios ante cambios en la situación cíclica, también aprecia que a pesar de que los sueldos han caído más durante la segunda parte de la crisis, no lo ha hecho en un porcentaje superior al que bajaron en la crisis, mucho más corta, de comienzos de los años noventa, “y se mantiene inferior a las estimaciones disponibles para otros países”.

La principal conclusión del trabajo de Izquierdo y Puente, basado en la muestra continua de vidas laborales (la evolución individual de las cotizaciones), es que “los salarios tienden a reaccionar a los cambios en la situación del mercado laboral de una manera procíclica, es decir, tienden a subir cuando el desempleo disminuye, y viceversa”. No obstante, los autores matizan que los salarios en términos reales “tienden a ser más sensibles a las disminuciones de desempleo durante los períodos de expansión y menos en los períodos recesivos”. Traducción: en épocas de crecimiento los salarios suben con mucha más fuerza de lo que bajan cuando llegan las crisis.

Para los investigadores del Banco de España, también en esta afirmación se pueden introducir varios matices. La “sensibilidad de los salarios” a la coyuntura económica aumenta con la precariedad del empleado y disminuye con la estabilidad. Por ejemplo, un trabajador con mayor antigüedad y empleo indefinido es más difícil que vea menguar su sueldo en una época de crisis que uno con contrato temporal.

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