Cuatro facturas a las que no hay que perder de vista para ahorrar

En la mayor parte de los hogares se puede reducir gastos en las partidas más importantes

El presupuesto familiar requiere atención constante.SANTI BURGOS

Llegar a fin de mes es el objetivo de todos los hogares españoles. Algunos lo consiguen sin necesidad de pasar apuros porque gozan de una situación económica estable, pero según el Instituto Nacional de Estadística (INE) un 16,9% confesaron llegar a final de mes con “mucha dificultad” en 2013. Incrementar el ahorro doméstico es una necesidad para muchas familias.

Tener una casa en la que vivir y costear los gastos derivados de su uso es una prioridad para todo individuo. Sin embargo, es difícil para muchos ciudadanos. Según los datos del INE, dur...

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Llegar a fin de mes es el objetivo de todos los hogares españoles. Algunos lo consiguen sin necesidad de pasar apuros porque gozan de una situación económica estable, pero según el Instituto Nacional de Estadística (INE) un 16,9% confesaron llegar a final de mes con “mucha dificultad” en 2013. Incrementar el ahorro doméstico es una necesidad para muchas familias.

Tener una casa en la que vivir y costear los gastos derivados de su uso es una prioridad para todo individuo. Sin embargo, es difícil para muchos ciudadanos. Según los datos del INE, durante el 2013 un 9,3% de los hogares españoles tuvo que afrontar impagos relacionados con su vivienda principal como los básicos de hipoteca o alquiler y también los relacionados con recibos como los del suministro de gas, electricidad, agua…

El ahorro doméstico puede afrontarse desde muchos frentes. Hay algunas técnicas propias adecuadas a nuestras características personales y hay otras que se pueden aplicar en la mayor parte de los hogares.

  • Tarifa telefónica: aunque no es un gasto estrictamente imprescindible sí que es un gasto que asumen muchos hogares españoles. Las tarifas telefónicas están muy ligadas al avance de las tecnologías. Actualmente, por ejemplo, estamos en pleno proceso de implantación del 4G y de la fibra óptica. Estos continuos cambios tecnológicos provocan que las tarifas también cambien continuamente y debemos revisarlas con cierta continuidad para asegurarnos de que pagamos el precio más bajo por los servicios que recibimos. Una acción puntual es la de revisar los conceptos de nuestra factura. Comprobar que lo que hemos contratado se corresponde con el uso que se hace del servicio, puede llevar a descubrimientos sorprendentes que desvelen que hay servicios de los que se puede prescindir. Así el importe de la factura podría descender.
  • La factura eléctrica. Si en casa hay contratado un servicio eléctrico para cocinar, calentar el agua o la calefacción estaremos hablando de un servicio fundamental para nuestro hogar. Un posible ahorro en esta factura está muy ligado a la reciente liberalización del mercado. El primer paso es saber qué compañías eléctricas suministran en la zona, evaluar sus tarifas y cambiarse a la que permita un mayor ahorro. Esta liberalización también ha provocado la aparición de ofertas o tarifas planas. Aunque de momento solo se ven algunas, es muy posible que en los próximos meses se empiece a convertir en algo habitual. También es importante asegurar que estamos pagando por la potencia que necesitamos. Si se contrata más de la que necesitamos tendremos una oportunidad clara para disminuir el importe de nuestra factura. Por el contrario, debemos fijarnos en el consumo de los electrodomésticos que pensemos adquirir y valorar si van a exigir un aumento de potencia ya que, de ser así, habría que asumir un gasto extra.
  • El gasto en agua. Es un gasto básico e ineludible. Aquí el cambio de compañía no es una opción, sin embargo, analizar el gasto que se hace nos llevará a deducir pequeñas acciones que podremos llevar a cabo para disminuir el consumo de agua. Así, contribuiremos a la salud de la economía doméstica y a la mejora del medio ambiente. Cosas tan simples como cerrar el grifo mientras nos cepillamos los dientes o llenar la lavadora antes de ponerla a funcionar son trucos que se notarán en tu factura, especialmente a largo plazo.
  • La casa. La base del ahorro de todo hogar está en el inmueble en sí. Si tienes una casa en propiedad y todavía estás pagando la hipoteca, revisarla por si tiene alguna cláusula que nos interese y se pueda renegociar con la entidad es una opción. Si vives de alquiler es aconsejable que de vez en cuando se miren las ofertas que hay en inmuebles similares al tuyo o superiores. Actualmente, por ejemplo, los alquileres han bajado y puede que encuentres algo que te guste más, por menos precio; o que los precios más bajos de inmuebles similares al tuyo ofrezca la posibilidad de negociar una rebaja en el alquiler actual.

Hay puntos básicos que se pueden generalizar en la mayoría de los casos pero también hay que tener muy en cuenta las circunstancias personales de cada individuo.

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