El turista es un inquilino rentable

Crece el negocio de los alquileres en edificios céntricos por periodos cortos

Apartamentos en la calle Aragón, 312 de Barcelona y, abajo, en la Gran Vía, 48 de Madrid.

Los edificios residenciales en pleno centro, tras el parón de 2008-2012, empezaron a ser objeto del deseo para las familias con patrimonio que los destinaban a alquiler turístico.

Dos empresas de tamaño medio o pequeño, una en Barcelona y otra en Madrid, lo avalan. Viçens Ramón Tur, de la consultora RTV Grupo Inmobiliario, lo explica "con una oferta hotelera escasa, los familiy office han visto que reconvertir los inmuebles en pleno centro, con los precios ya ajustados, es muy rentable". De ahí que este mercado aumentó en 2013 entre un 8% y 10% y un 20% este año.

"Este tipo de in...

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Los edificios residenciales en pleno centro, tras el parón de 2008-2012, empezaron a ser objeto del deseo para las familias con patrimonio que los destinaban a alquiler turístico.

Dos empresas de tamaño medio o pequeño, una en Barcelona y otra en Madrid, lo avalan. Viçens Ramón Tur, de la consultora RTV Grupo Inmobiliario, lo explica "con una oferta hotelera escasa, los familiy office han visto que reconvertir los inmuebles en pleno centro, con los precios ya ajustados, es muy rentable". De ahí que este mercado aumentó en 2013 entre un 8% y 10% y un 20% este año.

"Este tipo de inversor suele tener en cartera locales comerciales, con una rentabilidad del 5% en primera línea (la calle Serrano de Madrid o el paseo de Gracia en Barcelona) y de un 7% a un 8% en segunda línea; y algo de industrial. En residencial, un edificio en alquiler turístico en pleno centro, les da una rentabilidad que duplica el 3,5% que da un alquiler convencional a tres o cinco años. El turístico sube al 6%-8%, según la ubicación, gestión y nivel de ocupación", explica Ramón Tur, cuya consultora gestiona, entre otros, el edificio de la calle Aragón, 312 de Barcelona.

"Conviene que el edificio esté vacío o que se puedan liberar para reformar íntegramente y conseguir la licencia de explotación turística", añade.

El inversor medio al que se dirige busca edificios muy céntricos de unos 1.000 o 1.500 metros para diez o 15 apartamentos o bien de 2.500 a 3.000 metros cuadrados, con capacidad de 20 a 40 que se puedan convertir en vivienda.

Juegan en una liga diferente de los grandes fondos de inversión que no se conforman con menos de 80 a 100 habitaciones hoteleras. Los family office invierten entre cinco y diez millones de euros a los que añadir una reforma de unos 1.500 euros el metro cuadrado. En Barcelona, el extranjero solo busca el centro de la ciudad. El nacional sale al Ensanche o al entorno de la Sagrada Familia o del Nou Camp.

En Madrid, Sandra Cabello nos habla de su empresa, Spain Select, similar a la barcelonesa. También asesoran desde la compra del edificio hasta la atención a los inquilinos. Llevan desde 2002. "En Barcelona había varias empresas y aquí, ninguna. En buenas zonas como el Barrio de Salamanca no había alquiler por temporadas y los apartoteles existentes estaban muy anticuados. Daniel Hermoso y yo vimos una oportunidad de negocio y decidimos crear un producto de calidad", explica.

Ahora gestionan una cartera de 300 propiedades en alquiler, el 70% de particulares. Y todas con la misma decoración y sello. "Estamos en el segmento medio alto y el cliente final suele ser anglosajón o latino", indica.

En los últimos nueve meses detectan mayor demanda de inversores sobre todo en Madrid de venezolanos que quieren comprar edificios de 2 a 6 millones de euros y de inversores chinos. "Buscan rentabilidad y le asesoramos también sobre el inmueble a comprar y ofrecemos una llave en mano. Más del 70% lo alquilamos por entre 4 y 6 meses el cliente de embajada o multinacional; o sea, con alta tasa de ocupación media.

Tienen unas 30 personas, incluyendo una gobernanta que revisa los apartamentos. Uno de los inmuebles que gestionan es Gran Vía, 48 de Madrid, en espera de inversores interesados.

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