El Tesoro se vale del tirón del mercado para lanzar un macrocanje de deuda

España quiere sacar provecho del favor que tiene hoy por hoy de los inversores y ha decidido lanzar una operación para pasar a largo plazo un gran paquete de deuda que vence el próximo año. En concreto, el Tesoro Público anunció hoy una emisión sindicada de bonos a 10 años para canjearlos por tres tipos de títulos que se amortizaban en 2015 por un importe global de 56.535 millones de euros, lo que supone apla...

España quiere sacar provecho del favor que tiene hoy por hoy de los inversores y ha decidido lanzar una operación para pasar a largo plazo un gran paquete de deuda que vence el próximo año. En concreto, el Tesoro Público anunció hoy una emisión sindicada de bonos a 10 años para canjearlos por tres tipos de títulos que se amortizaban en 2015 por un importe global de 56.535 millones de euros, lo que supone aplazar cinco años la amortización de este papel con unos tipos de interés excepcionalmente bajos.

Este es el primer canje que realiza España desde 2006 y se enmarca en un momento de alegría inversora. El mercado está plagado de liquidez y lo estará aún más gracias a las últimas inyecciones monetarias aprobadas por el Banco Central Europeo (BCE), de modo que se ha disparado la demanda de los títulos de deuda pública europea, especialmente la periférica, lo que se traduce en que los compradores exigen menos intereses. El tipo del bono español a 10 años se sitúa en el 2,6%, que supone básicamente la mitad de lo que se pagaba hace tan solo un año (5,11% el pasado junio) e implica el nivel más bajo en toda la etapa del euro.

Por eso, el Tesoro ofreció hoy a sus inversores el canje de tres tipos de títulos que vencen en 2015: primero, un paquete con un cupón del 3% que vencía en abril por valor de 20.971 millones. El organismo público ofrece un precio de 1,023 euros por cada euro de nominal. En segundo lugar, otro de bonos al 4% que vencen en junio por importe de 20.180 millones con un precio de 1,040 euros por cada euro. Y, en tercer lugar, otro del 3,75% con fecha de octubre por valor de 15.484 millones. A estos últimos titulares se les ofrecen 1,045 euros por euro invertido. No obstante, los precios finales y la rentabilidad de los nuevos títulos quedarán fijados durante la transacción. A las cuatro de la tarde de hoy comenzaron las ofertas y el plazo expira a las 11 de la mañana de mañana jueves.

“El propósito de la operación es dar a los inversores la oportunidad de cambiar algunas o todas sus participaciones y facilitar la reinversión de los bonos con vencimiento en el año 2015, al tiempo que se reducen las necesidades de refinanciación de España en 2015”, señaló el Tesoro en un documento publicado en su página web.

“Ahora hay mucho dinero ocioso y los intereses son muy bajos. Por eso es tan importante aprovechar el momento y asegurarse un buen colchón con baja rentabilidad, porque tampoco se sabe qué puede pasar en el futuro. En lo peor de la crisis emitir bonos a tres años ya era casi un milagro”, reflexiona Óscar Moreno, gestor de Renta 4. Moreno añade que otros socios de la zona euro, como, Irlanda, han llevado también operaciones de canje.

Alemania logra financiarse a dos años prácticamente gratis

Otros socios del euro vivieron hoy una jornada de éxito en los mercados. El Tesoro alemán colocó 3.422 millones de euros en deuda a dos años con un ligero descenso del interés que lo ha situado prácticamente en coste cero, en concreto en el 0,06%, según informó el Bundesbank en un comunicado. Italia, por su parte, fue capaz de subastar un paquete de deuda por valor de 6.500 millones de euros al interés más bajo de su historia. En concreto, 6.500 millones de euros, el máximo previsto, en bonos a doce meses con vencimiento en junio de 2015 a un interés del 0,495%, en comparación con el 0,650% de la última subasta similar celebrada en mayo.

Y, para rematar, Portugal colocó en su primera subasta de deuda a 10 años tras salir del rescate un total de 975 millones de euros a un interés del 3,25%, la tasa más baja de una emisión de títulos a este plazo desde el año 2005, según informó Europa Press. Ni siquiera el veto del Constitucional luso a una parte de los recortes presupuestarios del país disparó las alertas de los inversores.