Nissan lanza la producción de un camión en Ávila tras invertir 100 millones

Nissan ha iniciado la producción de un nuevo camión ligero en su fábrica de Ávila que ha supuesto una inversión de 100 millones de euros. La planta fabricará 2.500 unidades al año del NT500, que se venderá, además de en España, en Francia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Italia y Portugal. Este año el grupo japonés tiene previsto lanzar otros dos nuevos productos en Barcelona, con lo que la inversión global asciende a 431 millones, según ha anunciado este martes el vicepresidente de operaciones industriales de Nissan en España, Frank Torres.

Con el nuevo camión, que sustituirá en la línea...

Nissan ha iniciado la producción de un nuevo camión ligero en su fábrica de Ávila que ha supuesto una inversión de 100 millones de euros. La planta fabricará 2.500 unidades al año del NT500, que se venderá, además de en España, en Francia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Italia y Portugal. Este año el grupo japonés tiene previsto lanzar otros dos nuevos productos en Barcelona, con lo que la inversión global asciende a 431 millones, según ha anunciado este martes el vicepresidente de operaciones industriales de Nissan en España, Frank Torres.

Con el nuevo camión, que sustituirá en la línea de montaje al modelo Atleon y se une al Cabstar, la empresa garantiza el empleo de la plantilla actual de Ávila, que asciende a 501 personas, y se ha comprometido a revisar en 2015 la situación de 22 trabajadores que se trasladaron a Barcelona por la crisis y que podrían volver si el mercado se recupera. “El último camión que lanzamos en Ávila fue hace ocho años”, recordó Torres para dar relevancia al hecho de que en un solo ejercicio se empiecen a fabricar tres nuevos productos en España. La adjudicación del NT500 a la planta de Ávila se anunció en mayo de 2012.

En un acto celebrado en la planta abulense, los ejecutivos de Nissan celebraron el inicio de la producción del nuevo modelo. “Todo esto ha sido posible gracias al acuerdo con los sindicatos, y los esfuerzos de todos los trabajadores, que han aumentado la flexibilidad y la competitividad de esta fábrica”, afirmó el director de Programa de Nissan, Keiichiro Miyanaga, ante la secretaria general de Industria, Begoña Cristeto, el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y la plantilla al completo.

 El nuevo camión se sitúa en el segmento de los comerciales de tamaño medio, ya que está entre las 3,5 y las 7 toneladas, y ha llevado a la planta abulense una inversión de 100 millones que han servido para desarrollar el modelo y preparar tanto la fábrica como a los proveedores locales. En unos meses, Nissan empezará a fabricar una nueva furgoneta eléctrica (eNV200) y un turismo en Barcelona. A mediados de 2015, además, se iniciará la producción de una nueva pick up. En la planta de Cantabria se han asignado nuevas piezas para varios vehículos (el nuevo Qashqai, el Note y el Leaf, que será el primer eléctrico fabricado en serie). En total, estos nuevos productos han conllevado una inversión de 431 millones.

Algunos indicadores apuntan a una recuperación de la industria del automóvil en España. A finales de 2013 la asociación de fabricantes Anfac anunció que las fábricas españolas recibirían una inversión de 1.500 millones por la adjudicación de nuevos modelos en los próximos 12 meses. En ese proceso, en el que han salido ganadoras en dura pugna con las de otros países europeos e incluso emergentes, el esfuerzo de las plantillas ha sido clave. Así, la fabricación de automóviles en España creció un 9,3% el año pasado, hasta los 2.163.338 vehículos. Se trata del primer aumento de la producción desde 2010 y se debe a los nuevos productos, al aumento de la demanda de vehículos proveniente de otros mercados distintos a los tradicionales y la influencia de los planes oficiales de ayuda a la compra. Por su parte, las ventas también han empezado a crecer en 2013, tras dos años de caída, sobre todo gracias a las ayudas públicas a la compra. El año 2013 acabó con 722.703 matriculaciones, lo que supone un alza del 3,3% con respecto al pésimo 2012, un ejercicio que acabó con el peor balance desde 1986, lo que también ayuda al cambio de tendencia