La banca apuesta por salvar la firma pesquera sin interferir en su gobierno

Los acreedores dan cuatro días a la multinacional para que presente números

Instalaciones de Pescanova Lalo R. Villar

Con o sin Manuel Fernández de Sousa al frente. Lo que interesa a los 46 bancos acreedores de Pescanova es que la compañía se salve. Ayer se reunieron y acordaron dar de plazo hasta el martes a la multinacional gallega para que presente un balance de sus deudas. “A partir de ahí estudiaremos si lo que dice la empresa coincide con nuestros números y diseñaremos una estrategia”, aseguraron fuentes financieras. El grupo optó por crear un comité o núcleo duro formado por Sabadell, Popular, La Caixa, Novagalicia Banco, Deutsche Bank, Royal Bank of Sco...

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Con o sin Manuel Fernández de Sousa al frente. Lo que interesa a los 46 bancos acreedores de Pescanova es que la compañía se salve. Ayer se reunieron y acordaron dar de plazo hasta el martes a la multinacional gallega para que presente un balance de sus deudas. “A partir de ahí estudiaremos si lo que dice la empresa coincide con nuestros números y diseñaremos una estrategia”, aseguraron fuentes financieras. El grupo optó por crear un comité o núcleo duro formado por Sabadell, Popular, La Caixa, Novagalicia Banco, Deutsche Bank, Royal Bank of Scotland y Bankia que pilotará las negociaciones. Son las siete entidades con más exposición en la crisis de Pescanova, empresa que sigue sin aprobar su balance de 2012 y sin aclarar su pasivo.

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Las decisiones que tome ese grupo de bancos no se condicionarán a un cambio en los órganos de Gobierno ni en la presidencia, ocupada por el empresario Manuel Fernández de Sousa-Faro. “No nos corresponde valorarlo y no lo hemos tratado en la reunión de esta mañana. Lo que queremos es que se normalice la situación y que la empresa salga adelante. Haremos lo posible por salvar la compañía”, aseguraron las mismas fuentes.

Por el momento los bancos consultados no creen que la situación de la firma pesquera gallega la obligue irremediablemente a una suspensión de pagos. Algo que, por otra parte, atraparía a más de un acreedor con deuda subordinada y consecuentemente, con muchas dificultades de cobrar en caso de concurso. Sin embargo, advierten de que el tiempo empieza a jugar en contra de la empresa, que solicitó el preconcurso el 1 de marzo. “En el procedimiento 5bis [preconcurso] una empresa tiene solo cuatro meses para renegociar su deuda. Y Pescanova, de momento, ni siquiera se ha reunido con la banca ni ha presentado un solo número. Se les escapa el tiempo”, avisan.

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