Vodafone ajusta en más de la mitad el valor de lo que pagó por Airtel

El deterioro de la actividad en España y el resto de países del sur de Europa marcados por la crisis sigue haciendo mella en el negocio de las principales operadoras de telecomunicaciones, entre ellas Vodafone. Pero, además, la débil situación de estos mercados ha vuelto a sacar a flote y a dejar en evidencia los excesos cometidos en la burbuja de las puntocom pese a los años que han pasado desde entonces. En el caso de Vodafone, las dificultades que sufre en España le han obligado a ajustar de nuevo el valor del fondo de negocio de su filial. Con ello, desde 2009 ya ha provisionado más de la ...

El deterioro de la actividad en España y el resto de países del sur de Europa marcados por la crisis sigue haciendo mella en el negocio de las principales operadoras de telecomunicaciones, entre ellas Vodafone. Pero, además, la débil situación de estos mercados ha vuelto a sacar a flote y a dejar en evidencia los excesos cometidos en la burbuja de las puntocom pese a los años que han pasado desde entonces. En el caso de Vodafone, las dificultades que sufre en España le han obligado a ajustar de nuevo el valor del fondo de negocio de su filial. Con ello, desde 2009 ya ha provisionado más de la mitad de lo que supuso la operación que le permitió tomar el control de Airtel hace 12 años.

En concreto, Vodafone ajustó el valor de la filial española en 3.200 millones de libras (casi 4.000 millones de euros) entre abril y septiembre. Esta cantidad se suma a los 900 millones de libras que destinó a este mismo fin entre marzo de 2011 y marzo de 2012, a los 2.950 millones del ejercicio anterior y a los 3.400 millones de 2009. En total, el ajuste acumulado en estos años asciende a 10.450 millones de libras, una cifra que al cambio actual equivale a 13.000 millones de euros.

La normativa contable obliga a realizar una prueba de valor de los activos intangibles, como el fondo de comercio (lo que paga de más una empresa por otra con respecto a su valor contable). En esa prueba se tiene en cuenta si los flujos que va a generar el activo son superiores a la valoración que tiene en las cuentas del grupo. En caso de no ser así, la normativa contable obliga a hacer un saneamiento. Eso es lo que ha ocurrido este año en el caso de los países del sur de Europa y, de forma especial, en España.

La cantidad provisionada desde 2009 por Vodafone representa más de la mitad de los 24.000 millones de euros que Airtel valía cuando la multinacional inglesa se hizo con su control a principios de la pasada década. Vodafone, que ya ostentaban de forma previa una participación de referencia pero no mayoritaria del 23%, se hizo con el 50,7% que estaban en manos del Santander y un grupo de cajas mediante un canje de títulos. Unos meses después también adquiría el 18% de British Telecom, pero pagando en efectivo 1.100 millones de libras. En las antiguas pesetas, la toma de control supuso valorar al segundo operador de España en cuatro billones de pesetas, unos 24.000 millones de euros. Ahora, más de una década después, la realidad de un país que atraviesa su peor crisis de los últimos 50 años, ha demostrado que estaba sobrevalorada en más de un 50%.

En cuanto a la evolución de su negocio en los últimos seis meses, los ingresos de Vodafone España han caído un 11% hasta los 1.967 millones de libras (2.319 millones de euros). El operador atribuye este descenso a la debilidad macroeconómica y al aumento del desempleo. En el plano del sector, se atribuye el menor negocio por la caída de precios y el menor consumo. De hecho, el resultado de explotación en el país cayó un 12,7%.

Por culpa del deterioro en España, pero también en el resto de países del sur de Europa como Italia o Grecia, la compañía británica registró una caída del 1,4% en sus ingresos orgánicos. Además, con vistas al futuro, espera que su flujo de caja esté en la franja inferior del rango de referencia para el conjunto del año.

Junto a la crisis en el sur de Europa, también tiró a la baja del conjunto de su resultado el debilitamiento de las monedas en los principales mercados en los que opera mientras, en los emergentes como India y Sudáfrica, aunque siguen mostrando un sólido crecimiento, no son inmunes a la desaceleración.

Sin embargo, este revés se vio compensado en parte por el buen comportamiento de su alianza con Verizon Wireless en Estados Unidos. Además, la empresa espera obtener un dividendo de 2.400 millones de libras de Verizon Wireless a finales de año. El resultado consolidado de la primera compañía de telefonía móvil de Europa fue, en cualquier caso, negativo, ya que registró unas pérdidas atribuidas de 1.977 millones de libras (2.471 millones de euros) entre abril y septiembre.

"Hemos seguido avanzando en nuestras prioridades estratégicas en los últimos seis meses, sobre todo gracias al buen crecimiento en el tráfico de datos y a los mercados emergentes", dijo el presidente ejecutivo Vittorio Colao. "En el corto plazo, sin embargo, nuestros resultados reflejan más duras condiciones del mercado, principalmente en el sur de Europa", añadió. En la actualidad, Vodafone es la segunda más grande el mundo después de China Movil, aunque sigue siendo la primera de occidente.

Negocio en España

Frente a la caída general de ingresos, los datos móviles crecieron un 20,6% impulsados por la fortaleza del negocio de Internet móvil, que aumentó un 73% frente al mismo semestre del año anterior. La reducción en el volumen de subsidios de terminales destinados a la atracción de nuevos clientes ha supuesto una menor actividad comercial. La base de clientes se redujo en 759.000 a lo largo del último trimestre, de los que 536.000 corresponden a clientes de prepago. El semestre se cerró con 16.344.000 clientes de telefonía móvil.

Además, los ingresos del negocio fijo aumentaron un 6,5% respecto al mismo semestre del año anterior. El número de clientes de ADSL ascendía a 789.000 al cierre del periodo.

El descenso de ingresos se ha visto parcialmente compensado por el éxito de las políticas orientadas a la reducción de costes, que han permitido mantener estable el margen de EBITDA en el primer semestre del año fiscal: 27,2% frente al 27,1% del año anterior.