La recuperación coge fuerza en los países avanzados

Los indicadores de la OCDE apuntan a un ritmo de crecimiento más elevado a mediados de año.- Japón era, antes del terremoto, una de las economías industrializadas con más expectativas de mejora

Con las heridas de la mayor crisis en medio siglo aún frescas, el crecimiento económico coge velocidad en los principales países avanzados. La última remesa de indicadores adelantados que maneja la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) apunta a una recuperación más solida en las grandes economías industrializadas. La OCDE analiza un grupo de estadísticas cuyos resultados anticipan en buena medida lo que ocurrirá con el PIB en seis meses. Y los datos de enero refuerzan la tendencia más reciente: los indicadores adelantados se sitúan por encima del nivel 100 y ganan t...

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Con las heridas de la mayor crisis en medio siglo aún frescas, el crecimiento económico coge velocidad en los principales países avanzados. La última remesa de indicadores adelantados que maneja la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) apunta a una recuperación más solida en las grandes economías industrializadas. La OCDE analiza un grupo de estadísticas cuyos resultados anticipan en buena medida lo que ocurrirá con el PIB en seis meses. Y los datos de enero refuerzan la tendencia más reciente: los indicadores adelantados se sitúan por encima del nivel 100 y ganan terreno respecto a diciembre. Eso, en el modelo de la OCDE, equivale a pronosticar un ritmo de crecimiento más elevado para mediados de año.

Como en meses anteriores, son los tres gigantes industriales los que tiran de la recuperación en el área occidental. Alemania sigue al frente de las expectativas de mejora, seguida muy de cerca por Japón. De hecho los datos de la OCDE, que no podrán incluir en sus previsiones los efectos del terremoto del viernes hasta próximas entregas, apuntaban a un salto notable de las perspectivas económicas del país asiático a corto plazo. El crecimiento de Japón en 2010 ya sorprendió a los analistas: el PIB avanzó cerca del 4%, cuando las estimaciones del FMI, por ejemplo, vaticinaban un 2,8%.

Para este año, parecía repetirse la historia: la mayoría de los pronósticos dejaban el crecimiento de Japón en poco más del 1,5%, pero las primeras estadísticas del año revelaban una expansión más rápida. Ahora, el terremoto introduce una incógnita gigantesca que minimiza cualquier previsión.

Según las estadísticas elegidas por la OCDE (la producción industrial, la cotización bursátil, los pedidos de las empresas o los ingresos fiscales, entre otras), el crecimiento de Estados Unidos, ahora por encima del 3%, seguirá a buen ritmo, al menos hasta el tercer trimestre. En Europa, sin embargo, solo Alemania aprieta el acelerador: las tasas de crecimiento de Reino Unido, Francia e Italia seguirán siendo modestas.

El modelo de la OCDE también anticipa un pequeño acelerón del PIB español a partir del segundo trimestre. Es mayor que el que se prevé para otros países europeos (Irlanda, Portugal y Grecia) que también están en el punto de mira de los inversores. Pero insuficiente, por ahora, para suturar la herida abierta del desempleo.

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