Sobre el debate educativo
El anuncio de los cambios en el sistema educativo del ministro Wert y la polémica que se está suscitando me hacen temer que, de nuevo, caigamos en la trampa de olvidar lo importante y dedicarnos a discutir sobre cuestiones ajenas al núcleo de los problemas de nuestro sistema educativo.
Durante años, ha parecido que los problemas centrales de la educación eran la asignatura de Educación para la Ciudadanía, la elección de centro por parte de los padres y cuestiones similares. Los problemas no son esos. Los problemas son el porcentaje demasiado elevado de estudiantes que no adquieren un ni...
El anuncio de los cambios en el sistema educativo del ministro Wert y la polémica que se está suscitando me hacen temer que, de nuevo, caigamos en la trampa de olvidar lo importante y dedicarnos a discutir sobre cuestiones ajenas al núcleo de los problemas de nuestro sistema educativo.
Durante años, ha parecido que los problemas centrales de la educación eran la asignatura de Educación para la Ciudadanía, la elección de centro por parte de los padres y cuestiones similares. Los problemas no son esos. Los problemas son el porcentaje demasiado elevado de estudiantes que no adquieren un nivel de competencia lectora o científica necesario para desenvolverse en el mundo actual, el alto índice de temprano abandono escolar, nuestro escaso número de estudiantes excelentes, una enseñanza poco orientada a la adquisición de competencias básicas y cómo responder a la diversidad que hay dentro de las aulas. Todos estos problemas están bastante bien diagnosticados por las pruebas PISA y otros estudios internacionales.
Encontrar las soluciones adecuadas para estos problemas en nuestro país parece lo urgente y prioritario. ¿Será posible que los políticos de uno y otro signo se centren en afinar el diagnóstico y acotar las soluciones para nuestro país, o de nuevo estamos condenados a desesperarnos y pasar página o cambiar de canal ante debates estériles.