"Es pronto aún para hablar de una trama"

Para el fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, las tres exhumaciones realizadas en Gipuzkoa en las últimas dos semanas y en Bizkaia en septiembre, en las que no se hallaron restos humanos en los féretros donde sus familias creían que estaban enterrados sus hermanos o hijos, supone un avance muy importante en la investigación de los casos de robo de bebés. "Se constata un elemento vital porque si no hay restos hay delitos", señala. A la pregunta de si hay indicios para sospechar de la existencia de una presunta trama de robo de bebés en Euskadi, Calparsoro afirma que aún es pronto par...

Para el fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, las tres exhumaciones realizadas en Gipuzkoa en las últimas dos semanas y en Bizkaia en septiembre, en las que no se hallaron restos humanos en los féretros donde sus familias creían que estaban enterrados sus hermanos o hijos, supone un avance muy importante en la investigación de los casos de robo de bebés. "Se constata un elemento vital porque si no hay restos hay delitos", señala. A la pregunta de si hay indicios para sospechar de la existencia de una presunta trama de robo de bebés en Euskadi, Calparsoro afirma que aún es pronto para saberlo. "Puede que se dé un patrón de actuación pero no se puede hablar, de momento, de una organización criminal", asegura a este periódico. En el caso de Gipuzkoa, a nivel de territorio, no se descarta.

La mayoría de los casos son difíciles de probar porque ocurrieron entre la década de los 40 y 80, aunque se han dado varios casos en los años 90. "En un principio se planteó la posibilidad de prescripción pero la Audiencia ha entendido que los delitos no están prescritos", explica Calparsoro. La Fiscalía vasca cree que la infracción más leve que podría ocurrir en los más de 600 casos detectados en Euskadi sería un "delito de falsedad de documentos" pero también podría tratarse de "detención ilegal" si se comprueba que el bebé vivía y que fue arrebatado a su madre para entregárselo a otras personas.

Según SOS Bebés Robados existen 320 casos en Gipuzkoa, de los cuales 200 han interpuesto denuncia y 128 están en proceso judicial. De momento, entre un 10 y 15% de los casos están siendo archivados por falta de indicios o porque no hay elementos suficientes para abrir una investigación. Para el máximo responsable de la Fiscalía vasca, una de las dificultades que se está dando es la complejidad de dirimir responsabilidades porque muchos de los implicados o personas que han podido tener relación con los hechos habrán fallecido. "Lo primero es esclarecer lo ocurrido, ver en qué casos hubo irregularidades porque no todos los casos son iguales", concluye.