¿Surf o videojuegos reales?

La oferta de trajes de neopreno para practicar el surf -con descuentos del 30%- no resultaba ayer atractiva para los visitantes que se acercaron a Exponatur en el Bilbao Exhibition Centre (BEC) en el primer fin de semana de la temporada con tiempo invernal. Las escuelas de surf mostraban su catálogo de cursos y actividades y la novedad del stand up paddle, lo que los iniciados llaman sup, deslizarse en el mar en calma de pie sobre una tabla que se impulsa con remos, al estilo del kayak, pero no conseguían atraer al público. En los espacios en los que se reproducía la estética de ...

La oferta de trajes de neopreno para practicar el surf -con descuentos del 30%- no resultaba ayer atractiva para los visitantes que se acercaron a Exponatur en el Bilbao Exhibition Centre (BEC) en el primer fin de semana de la temporada con tiempo invernal. Las escuelas de surf mostraban su catálogo de cursos y actividades y la novedad del stand up paddle, lo que los iniciados llaman sup, deslizarse en el mar en calma de pie sobre una tabla que se impulsa con remos, al estilo del kayak, pero no conseguían atraer al público. En los espacios en los que se reproducía la estética de los videojuegos de guerra, en cambio, había cola en la feria del turismo activo y el ocio para clientes ansiosos por derrochar energía y adrenalina.

Una pista en movimiento permite practicar el esquí en interior

Jugar durante dos horas con armas de rayos infrarrojos cuesta 25 euros

Exponatur cerró ayer sus puertas después de tres jornadas mostrando que el tiempo libre se puede invertir en un amplio abanico de actividades. El mostrador de promoción del turismo de Euskadi ofrecía información sobre las posibilidades de practicar el surf, el senderismo por los mejores paisajes, o practicar el ciclismo en la naturaleza con bicicletas de montaña. El birding, la observación de aves en su entorno natural, no es todavía un término popular y requiere muchas explicaciones.

El espacio de la feria acogía empresas de venta de material deportivo y de montaña, agencias de viajes de aventura, y promoción de comarcas con interés paisajístico, como Hoya de Huesca, o la denominada Gipuzkoa verde. Otros expositores captaban clientes ansiosos por vivir en una réplica de los videojuegos de guerra entre empleados vestidos con uniformes militares de camuflaje, que animaban a los clientes a jugar con metralletas. "Sí, sí pueden entrar los niños, pero acompañados de sus padres", advertían los empleados. "Ni mancha ni hace daño" dice la publicidad de Battlefield Live Incomunicados, otra de las actividades que permiten emular a los héroes de los videojuegos. Por 25 euros se puede jugar dos horas con armas de rayos infrarrojos de 150 metros de alcance.

Maialen miraba boquiabierta a un chaval de su estatura que mantenía el equilibrio a duras penas con la ayuda del monitor de una pista de esquí que en lugar de nieve tenía un césped de plástico blanco en constante movimiento. No había más límite para atreverse a esquiar sobre la pista artificial de seis metros de longitud que usar unas botas entre el número 26 y 47. Estaba casi convencida cuando el siguiente esquiador, un hombre maduro, seguro con sus tablas y bastones, se atrevió a deslizarse por la falsa nieve. No aguanto de pie ni un segundo, y las ganas de la chica se desvanecieron al instante. Tenía mucho más donde elegir: desde los rocódromos a la equitación. El problema era que para montar en los ponis había que esperar más de media hora.