OPERACIÓN ARENA CONTRA LA CORRUPCIÓN

El industrial Duarte tuvo durante un año y medio un vertedero ilegal junto a un río

Augas de Galicia legalizó en marzo un vertedero que operó ilegalmente año y medio

En marzo del 2011, la Consellería de Medio Ambiente autorizó un depósito de residuos asfálticos de Manmer, SL a pocos metros del río Baa, en el municipio coruñés de Cabanas. El gerente de la empresa, Fermín Duarte, está imputado en la Operación Arena que ha forzado la dimisión de Javier Escribano, exdiputado popular investigado por cohecho y tráfico de influencias. El empresario se relacionaba a menudo con el político y buscaba abrirse puertas a nuevos contratos en la Xunta y la diputación, supuestamente a cambio de pactar comisiones y otros incentivos como un Porsche Boxter que Duarte habría ...

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En marzo del 2011, la Consellería de Medio Ambiente autorizó un depósito de residuos asfálticos de Manmer, SL a pocos metros del río Baa, en el municipio coruñés de Cabanas. El gerente de la empresa, Fermín Duarte, está imputado en la Operación Arena que ha forzado la dimisión de Javier Escribano, exdiputado popular investigado por cohecho y tráfico de influencias. El empresario se relacionaba a menudo con el político y buscaba abrirse puertas a nuevos contratos en la Xunta y la diputación, supuestamente a cambio de pactar comisiones y otros incentivos como un Porsche Boxter que Duarte habría entregado a Escribano en pago de sus favores, según recoge el sumario de la investigación. Un regalo que Escribano niega haber recibido.

Medio Ambiente multó a la empresa por un vertido contaminante
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El aglomerado llevaba desde agosto de 2009 apilándose sin control ni permiso en una parcela forestal de 27.900 metros cuadrados en el lugar de San Lorenzo, en la parroquia de Laraxe, junto a la AP-9, en el límite entre Fene y Cabanas. Durante año y medio, hasta que la Xunta autorizó el acopio, el monte le sirvió a la constructora eumesa como vertedero ilegal y depósito improvisado en suelo rústico para los residuos asfálticos que Manmer importa de Holanda a través del puerto exterior de Ferrol.

Casi en la orilla del río, acomodada sobre un terraplén vertical, se levanta una montaña negruzca a base de restos de betún y alquitrán fragmentado de las viejas carreteras del norte de Europa que contenían sustancias contaminantes y cancerígenas prohibidas hace décadas como el benzopireno. La constructora lo promociona como "árido reciclado", pero las analíticas realizadas por la Fiscalía prueban que no lo es. Manmer fue investigada en 2010 por un posible delito ambiental y aunque la fiscalía del TSXG archivó el caso en abril de ese año por falta de indicios "suficientes", ya advertía del potencial contaminante de un material cuyo uso desaconsejaba. El informe alertaba de que los componentes más tóxicos "podían llegar al hombre a través de la cadena alimentaria", especialmente si se filtran a la tierra mezclados con el agua de la lluvia. Pese a estos antecedentes, la empresa pública Aguas de Galicia no vio impedimento para autorizar en marzo una "obras para el acopio de áridos de construcción en la zona de policía [franja junto al cauce] del río Baa". Tampoco el Ayuntamiento de Cabanas, gobernado por el PP, ha cuestionado en este tiempo la existencia del vertedero de áridos bituminosos sin licencia en suelo rústico.

La autorización a Manmer la firmó el 30 de marzo del 2011 el jefe de área de autorizaciones y concesiones de Aguas de Galicia en respuesta a la petición formulada por Fermín Duarte el 28 de septiembre del 2009. Duarte tramitó su petición solo unos días después de que Aguas de Galicia sancionase a Manmer por un vertido contaminante al río Baa denunciado por la Asociación Etnográfica da Natureza de Cabanas. La multa se demoró un año y fue de 901,52 euros. Duarte reconoció meses después que el vertido fue un "error" y dijo que pagaría la sanción mientras tramitaba los permisos para legalizar su vertedero de áridos.

Hasta en seis ocasiones, entre octubre de 2009 y septiembre de 2010, Medio Ambiente le reclamó a Manmer más información para estudiar su solicitud. Un informe técnico le dio el visto bueno al almacén de asfalto en diciembre y, poco después, llegó la autorización de Aguas de Galicia para un vertedero al que impuso 10 condiciones que la constructora todavía no ha cumplido. La Xunta exigió que se cubriera el aglomerado y estableció como tope el almacenaje de 35.000 toneladas a más de 50 metros del río. Daba un plazo de 12 meses para unas obras de las que no hay trazas y la lluvia cae directamente sobre la montaña de áridos y se escurre por el terraplén abajo.

Los vecinos denuncian que hay decenas de miles de toneladas apiladas y que la mercancía "entra y sale sin control" en camiones que cargan y descargan a demanda la zahorra, que desprende "un fuerte olor a chapapote". Xosé Manuel Sardiña, edil del BNG en Cabanas, pasó meses denunciando pleno tras pleno que no se hacía nada contra "el vertedero incontrolado de bituminosos". El alcalde, Germán Castrillón, del PP, se limitó a contestar en todas las ocasiones que se encontraba a la espera del dictamen de la Xunta.

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