Dos agentes de plena confianza para el PNV
Los dos ertzainas que se sentarán en el banquillo por el presunto espionaje político eran de la máxima confianza del PNV. En el momento en que supuestamente ocurrieron los hechos investigados, Jesús Acha era el jefe de Información y Análisis antiterrorista de la ya extinta Unidad de Información y Análisis (UIA) -la División Antiterrorista y de Información creada por el Gobierno del PSE tomó el relevo-. Carlos Lau, por su parte, era el jefe de información operativa de la UIA y afiliado al PNV desde hace varios años.
Tanto Lau como Acha tenían de forma habitual conversaciones telef...
Los dos ertzainas que se sentarán en el banquillo por el presunto espionaje político eran de la máxima confianza del PNV. En el momento en que supuestamente ocurrieron los hechos investigados, Jesús Acha era el jefe de Información y Análisis antiterrorista de la ya extinta Unidad de Información y Análisis (UIA) -la División Antiterrorista y de Información creada por el Gobierno del PSE tomó el relevo-. Carlos Lau, por su parte, era el jefe de información operativa de la UIA y afiliado al PNV desde hace varios años.
Tanto Lau como Acha tenían de forma habitual conversaciones telefónicas con Tellería. Le llamaron varias veces tras su detención por la presunta trama corrupta para darle ánimos. Ambos niegan ser los autores de los partes encontrados en poder del exdirigente peneuvista, aunque consultaron de forma asidua las bases de datos policiales sobre las personas que aparecen mencionadas en los partes.
La instrucción deduce que Lau puede ser la persona que se esconde tras el alias "karlitos", autor de varios de las fichas en formato word que Tellería guardaba. Una de estas aludía a una reunión en un gimnasio con el director adjunto de la patronal alavesa SEA, Aitor Otaola. Y ambos estaban inscritos en el mismo gimnasio de la capital alavesa.
En el escrito de acusación, el fiscal resalta también que la información que aparece en los partes sobre dos personas relacionadas con el CNI, un exfuncionario del Departamento de Interior y un periodista, había sido comunicada a Acha por un subordinado suyo en la unidad. Tras su imputación, ambos fueron apartados de tareas de inteligencia.