El Meeting Point

Una vez más, y coincidiendo con un momento en el que la vergüenza de los desahucios son una realidad para un número cada vez mayor de gente, Barcelona vive la fiesta del Meeting Point, una feria donde la vivienda y la especulación que de ella se deriva son tratados como un negocio más a vender.

Vivimos en un sistema muy poco racional que considera a la vivienda como un objeto de inversión más en lugar de un derecho inalienable y un activo social de primer orden, a pesar de que la propia Constitución insta a los poderes públicos a evitar la especulación y a garantizar el acceso a ...

Una vez más, y coincidiendo con un momento en el que la vergüenza de los desahucios son una realidad para un número cada vez mayor de gente, Barcelona vive la fiesta del Meeting Point, una feria donde la vivienda y la especulación que de ella se deriva son tratados como un negocio más a vender.

Vivimos en un sistema muy poco racional que considera a la vivienda como un objeto de inversión más en lugar de un derecho inalienable y un activo social de primer orden, a pesar de que la propia Constitución insta a los poderes públicos a evitar la especulación y a garantizar el acceso a la vivienda, cosa que a todas luces no se cumple.

El boom inmobiliario vivido esta última década no solo ha tenido como efectos nefastos el encarecimiento inasequible de la vivienda, la especulación desaforada o la destrucción de nuestro patrimonio paisajístico y cultural: básicamente ha impedido a toda una generación de jóvenes acceder a una vivienda, obligándolos a hipotecarse de por vida, mientras una minoría se ha enriquecido obscenamente con el negocio de la especulación.

Es una muestra más del fracaso de un sistema incapaz de garantizar un derecho tan básico como es el acceso a la vivienda y la evidencia del fracaso del propio mercado para solucionar por sí solo este problema. Por favor, no más especulación con la vivienda y no más especuladores.