ADOLF TODÓ | CatalunyaCaixa

Ascensos con el dinero público

Los 14 nuevos consejeros del banco de CatalunyaCaixa se encontraban por primera vez el pasado martes en su histórica sede de la plaza de Antonio Maura de Barcelona. Tras la reunión vino la foto de familia. En el centro de la imagen posaba Adolf Todó, que ya pilotaba la entidad fruto de la fusión de las antiguas cajas de Catalunya, Manresa y Tarragona, flanqueado por su número 2, Jaume Masana, y por el hasta entonces presidente de CatalunyaCaixa, Manel Rosell.

Y es que la entrada del capital público no se ha llevado por delante a ningún directivo de CatalunyaCaixa. Al contrario. E...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los 14 nuevos consejeros del banco de CatalunyaCaixa se encontraban por primera vez el pasado martes en su histórica sede de la plaza de Antonio Maura de Barcelona. Tras la reunión vino la foto de familia. En el centro de la imagen posaba Adolf Todó, que ya pilotaba la entidad fruto de la fusión de las antiguas cajas de Catalunya, Manresa y Tarragona, flanqueado por su número 2, Jaume Masana, y por el hasta entonces presidente de CatalunyaCaixa, Manel Rosell.

Y es que la entrada del capital público no se ha llevado por delante a ningún directivo de CatalunyaCaixa. Al contrario. El Banco de España ha dado un espaldarazo a sus gestores y, lejos de cambiarlos, ha dado luz verde al ascenso de Todó como presidente ejecutivo del banco de CatalunyaCaixa y a su número 2, Jaume Masana, como consejero delegado de la entidad. Ambos, señalan fuentes conocedoras del proceso, inspiran confianza al Banco de España, que valora su gestión desde que llegaron a la antigua Caixa Catalunya en 2008 para enderezar su rumbo.

Más información

El proceso hasta la recapitalización por parte del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que participa en un 89,7% en la entidad, no ha estado exento de polémicas. CatalunyaCaixa vivió en febrero la salida de Fernando Casado tras una fugaz de presidencia de tres meses. Una marcha que, según su entorno, tuvo que ver con la imposibilidad de ostentar funciones ejecutivas en la entidad.

Sobre la firma