Ardanza cree que el final de la violencia "no tiene marcha atrás"

El exlehendakari José Antonio Ardanza se mostró ayer convencido de que la desaparición de la violencia en Euskadi "no tiene marcha atrás" y confió en que la democracia sepa ser "generosa" con quienes la han ejercido para favorecer el reencuentro de la sociedad vasca y el entendimiento "entre todos". Según consideró, "una vez ganada la posición" y demostrado el "fracaso" de la estrategia belicosa, la clave radicará ahora en "cómo se viste" el final del terrorismo, ante lo que abogó por "tender la mano" para reflejar el sufrimiento "de unos y otros en aras a lograr el mejor final" posible...

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El exlehendakari José Antonio Ardanza se mostró ayer convencido de que la desaparición de la violencia en Euskadi "no tiene marcha atrás" y confió en que la democracia sepa ser "generosa" con quienes la han ejercido para favorecer el reencuentro de la sociedad vasca y el entendimiento "entre todos". Según consideró, "una vez ganada la posición" y demostrado el "fracaso" de la estrategia belicosa, la clave radicará ahora en "cómo se viste" el final del terrorismo, ante lo que abogó por "tender la mano" para reflejar el sufrimiento "de unos y otros en aras a lograr el mejor final" posible.

Ardanza se confesó "optimista y contento" con el nuevo escenario político vasco durante la presentación en Bilbao de Pasión por Euskadi (Editorial Destino), sus memorias personales y políticas, centradas en los 14 años que se mantuvo al frente del Gobierno vasco, entre 1985 y 1999.

"Ya nos hubiera gustado a nosotros poder gestionar una situación así", manifestó el exlehendakari, quien reveló la añoranza que durante su mandato tuvo de una etapa, como la actual, "en la que la violencia no fuera protagonista y todas las ideas pudieran concurrir al debate político".

El sucesor de Carlos Garaikoetxea al frente del Ejecutivo autónomo auguró que a los etarras no les queda otra salida que "retirarse de la circulación, por mucho que se quiera envolver el final de ETA en papel celofán", porque así se lo ha demandado siempre la mayoría de la sociedad vasca "y ahora también su gente".

Situación coyuntural

Aunque retirado de la vida política, Ardanza no tuvo reparos ayer en analizarla. Sin entrar en cuestiones de fondo, sí dejó claro que la unidad abertzale contribuirá a clarificar el escenario, pero no se mostró preocupado por su condición de competencia del PNV. La situación, a su juicio, es coyuntural. "Es como abrir una botella de champán. Al comienzo sale mucha espuma y hay que esperar para ver cuánto líquido queda", advirtió.

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El también presidente de Euskaltel repasó algunas de las anécdotas de su libro, en el que refleja sus buenas relaciones con el Gobierno de Felipe González y los infructuosos procesos de pacificación en los que se vio involucrado como lehendakari, así como las crecientes desavenencias con el entonces presidente de su partido, Xabier Arzalluz.

El exlehendakari Ardanza, ayer en la presentación de sus memorias en Bilbao.JESÚS URIARTE

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