Un clásico sin 'nueves'

Barça-Milan. Un buen cartel para abrir el baile de la Copa de Europa. El actual campeón recibe a un clásico que ha ganado siete veces la competición. La fanfarria de la Champions agradece los partidos con gancho en la fase de clasificación, organizada a gusto de los favoritos, normalmente especulativa, poco dada a la sorpresa. El interés se centra a menudo en las actuaciones individuales. Pocas eran más esperadas que la de Ibrahimovic en el Camp Nou. Había interés, y también morbo, para conocer el grado del distanciamiento entre el jugador internacional sueco y el entrenador barcelonist...

Barça-Milan. Un buen cartel para abrir el baile de la Copa de Europa. El actual campeón recibe a un clásico que ha ganado siete veces la competición. La fanfarria de la Champions agradece los partidos con gancho en la fase de clasificación, organizada a gusto de los favoritos, normalmente especulativa, poco dada a la sorpresa. El interés se centra a menudo en las actuaciones individuales. Pocas eran más esperadas que la de Ibrahimovic en el Camp Nou. Había interés, y también morbo, para conocer el grado del distanciamiento entre el jugador internacional sueco y el entrenador barcelonista, Guardiola. El reencuentro, sin embargo, ha quedado aplazado de nuevo porque Abracadabra se lesionó ayer el abductor derecho en el entrenamiento.

"No vamos a derramas lágrimas por Ibra", respondió el consejero delegado italiano Adriano Galliani. "No es un partido de eliminación directa y somos los campeones de Italia". Añadió Massimilliano Allegri, técnico del Milan: "Ibrahimovic tenía muchas ganas de disputar el partido, pero contamos con otra gente experta. Nos quedamos con dos delanteros, Pato y Cassano -Robinho tampoco viajó-, y habrá que jugar con intensidad y procurar que el Barcelona no tenga siempre la pelota. Aunque defender sería un suicidio, firmo el empate".

"Es una pena que no pueda venir Ibra", intervino Guardiola. "Me pareció un jugador fantástico cuando vino y ahora todavía me parece más fantástico".

Ibrahimovic ha sido el único futbolista que ha despechado a Guardiola. Nadie fue más concreto. Le llamó "filósofo" después que instara a la directiva a prescindir del técnico y dejará al equipo en mayos suyas y del "pequeño", o "enano", adjetivos que tenía para Messi. Apostó el entrenador exclusivamente por La Pulga, el mejor jugador del mundo desde su posición de falso nueve, de manera que hoy no habrá en la cancha ningún 9 clásico.

Messi reaparecerá en la alineación después que el sábado descansara un buen rato en el banquillo de Anoeta. Jugará el Barça con los titulares, necesitado como está de recuperar las mejores sensaciones, responder a las preguntas que deja el empate contra la Real Sociedad, marcar las diferencias en un grupo completado por dos equipos menores como son el Bate Borisov y el Vitoria Plzen.

También se espera la reaparición del capitán Puyol, una buena noticia ante las ausencias por lesión de Piqué y Alexis Sánchez, fundamentales para mantener la tensión competitiva. Precisan enchufarse los azulgrana, que han resuelto siempre con victoria sus estrenos europeos en el estadio: siete victorias en siete partidos.

"El objetivo es jugar bien y ganar, cosa fundamental en casa", intervino Guardiola. "El equipo está bien. No creo que el partido de Anoeta influya. El Milan es un grande, un histórico, un equipo que siempre juega bien al fútbol".

A falta de Ibrahimovic, el protagonista fue Van Bommel, un exazulgrana sometido a un interrogatorio en la sala de prensa por su actuación en la final del Mundial. Hasta Guardiola acudió en defensa del holandés, una de las figuras forasteras con los centrales Thiago Silva y Nesta.

"Viene el Milan, está todo dicho", concluyó Guardiola.