ATLETISMO | Mundiales de Daegu

Superado el golpe de Berlín

He visto formidable a Natalia. Incluso he de reconocer que ha superado mis expectativas más optimistas. Yo diría que lo que ha hecho es ganar una medalla, no perder la de oro como algunos podrían pensar.

Viendo la carrera, es fácil decir que, si hubiera corrido de otra forma... Pero yo valoro otras cosas. Ahora puedo reconocer -no lo podía hacer antes porque no debía dar excusas a la atleta y nunca lo haría como entrenador- que a Natalia le afectó mucho lo de Berlín. La descalificación fue un golpe muy fuerte. Han sido dos años muy duros para ella.

Llegué a pensar que abandonaría...

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He visto formidable a Natalia. Incluso he de reconocer que ha superado mis expectativas más optimistas. Yo diría que lo que ha hecho es ganar una medalla, no perder la de oro como algunos podrían pensar.

Viendo la carrera, es fácil decir que, si hubiera corrido de otra forma... Pero yo valoro otras cosas. Ahora puedo reconocer -no lo podía hacer antes porque no debía dar excusas a la atleta y nunca lo haría como entrenador- que a Natalia le afectó mucho lo de Berlín. La descalificación fue un golpe muy fuerte. Han sido dos años muy duros para ella.

Llegué a pensar que abandonaría el atletismo. Hasta hace apenas cuatro meses no podía siquiera hablar de lo que pasó ese día y, cuando los compañeros le hacían alguna broma en el entrenamiento, le cambiaba la cara. Estaba bloqueda. Un día de mayo me dijo: "Miguel, lo de Berlín me dejó tocada".

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Yo no soy psicólogo. Soy entrenador. Y un entrenador no puede forzar a sus atletas. Debía recuperarse ella misma, ir a su ritmo, y tenía la cabeza en otro lado. Pero hace un mes y medio cambió. Empezó a pensar en los Mundiales, en ganar.

En Berlín estuve a pie de pista. Ahora he visto la carrera por Internet. Al principio, vi a Natalia muy forzada, buscando su sitio. Cuando se ha puesto delante, le ha cambiado hasta la cara. Ha empezado a hacer la carrera que a ella le interesaba. La suya ha sido una táctica muy arriesgada, pero ha demostrado que era la acertada. Cuando quedaban 80 metros para la meta, creía que iba a ganar. A 20, pensé que se quedaba sin medalla. Su sonrisa al llegar lo decía todo. Estaba feliz.

Creo sinceramente que hay que valorar lo que ha conseguido y que echaremos de menos a esta atleta cuando lo deje.

Miguel Escalona es el entrenador de Natalia Rodríguez.

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