Mi preparación
En el comentario aparecido ayer no puse ningún titular, pero hoy he encontrado uno que tiene mucho que ver con la visión que actualmente tengo sobre la preparación del atleta.
Como entrenador que soy, siempre he buscado sacar el máximo rendimiento del atleta. No es ni más ni menos para lo que nos busca el atleta. Siempre he sentido la inquietud, pero ahora creo que se ha convertido en necesidad, de continuar desentrañando esta complicada tarea, siempre motivado por conseguir la máxima eficacia. En este momento de mi carrera, de todas las líneas de trabajo con que contamos los técnicos, ...
En el comentario aparecido ayer no puse ningún titular, pero hoy he encontrado uno que tiene mucho que ver con la visión que actualmente tengo sobre la preparación del atleta.
Como entrenador que soy, siempre he buscado sacar el máximo rendimiento del atleta. No es ni más ni menos para lo que nos busca el atleta. Siempre he sentido la inquietud, pero ahora creo que se ha convertido en necesidad, de continuar desentrañando esta complicada tarea, siempre motivado por conseguir la máxima eficacia. En este momento de mi carrera, de todas las líneas de trabajo con que contamos los técnicos, la que más me atrae es la de profundizar en el papel que desempeñamos el entrenador y el atleta.
Muchas veces tenía la sensación de no ayudar al atleta y confundirle
Al principio, era yo el que no reconocía las diferencias, los límites, y me confundía continuamente con los atletas que preparaba. Ahora reconozco la necesidad de separar con claridad para conseguir una mayor objetividad en los análisis profesionales. Algo que se da por entendido en otras profesiones está por desarrollar en la mía.
Trabajo con atletas y algunos reciben mi ayuda desde hace más de 20 años, por lo que es muy fácil sacar la conclusión de la ventaja que ello representa en cuanto al conocimiento de las necesidades técnicas, pero también de la dificultad añadida de una relación profesional de este tipo.
Para mí, no hace mucho tiempo, lo más fácil era proyectar cosas mías en el atleta. Así que muchas veces tenía la sensación de no ayudar y confundirle. Por ejemplo, ante la situación de no conseguir algún rendimiento en un momento determinado, yo acostumbraba de forma interesada, pero involuntaria, a interpretarlo como algo que me afectaba a mí en exclusiva, con lo cual era fácil llegar en el trabajo a situaciones de difícil comprensión para el atleta.
Muchos de nosotros cedemos a la tentación de aconsejar a otros que acuda a un profesional, sin preguntarnos si son ellos o somos nosotros los que necesitamos ayuda. Actualmente, hay muy buenos profesionales en el campo de la psicología y yo encontré uno. Gracias, Javier.
Miguel Escalona es el entrenador de Natalia Rodríguez.