El 'niño bien' que asesinó por 300 euros

El joven que presuntamente mató a Amaia Azkue se entregó ante la Fiscalía por arrepentimiento - Ayer cumplió 18 años

A las 18:30 horas del miércoles, Ander E. entró junto a su padre y un abogado en la Fiscalía de Gipuzkoa y declaró ser el asesino de Amaia Azkue, la mujer de Zarautz que el pasado 16 de marzo apareció muerta en el embalse de Ibai-Eder del barrio de Nuarbe, ubicado en Azpeitia, a apenas 25 kilómetros de la citada localidad guipuzcoana. Cinco meses después de cometer presuntamente el crimen y únicamente un día antes de cumplir 18 años, Ander afirmó en su confesión entregarse por arrepentimiento.

Las calles de Azpeitia amanecieron ayer con una mezcla de incredulidad y de alivio. Prácticame...

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A las 18:30 horas del miércoles, Ander E. entró junto a su padre y un abogado en la Fiscalía de Gipuzkoa y declaró ser el asesino de Amaia Azkue, la mujer de Zarautz que el pasado 16 de marzo apareció muerta en el embalse de Ibai-Eder del barrio de Nuarbe, ubicado en Azpeitia, a apenas 25 kilómetros de la citada localidad guipuzcoana. Cinco meses después de cometer presuntamente el crimen y únicamente un día antes de cumplir 18 años, Ander afirmó en su confesión entregarse por arrepentimiento.

Las calles de Azpeitia amanecieron ayer con una mezcla de incredulidad y de alivio. Prácticamente todas las conversaciones giraban en torno al mismo tema. Sorpresa, puesto que los vecinos no se explicaban que "un chico normal del pueblo" que vivía en una conocida urbanización cercana al santuario de Loiola, dotada de piscina y pista de tenis, y cuya familia trabaja en una popular empresa guipuzcoana de la zona, hubiera cometido un crimen de semejante atrocidad. De hecho, la mayoría de los preguntados respondía: "No tenía ninguna necesidad económica ni mucho menos, porque eran una familia de mucho dinero". "Tampoco creemos que sea un asunto relacionado con las drogas", apuntaba otro joven vecino de Azpeitia.

El detenido vivía en una urbanización con piscina y pista de tenis
"¿Que hacemos mal los padres para que pasen estas cosas?", pregunta una vecina

Desahogo, en parte, puesto que, como indicaron a este periódico varios vecinos, "todos sabíamos por la rapidez y precisión de sus movimientos que el asesino vivía en la zona del Urola -fue la primera hipótesis de la Ertzaintza- y, por el bien de todos, era mejor que se supiera ya quién era. No queríamos más rumores", remarcaban en referencia a algunas filtraciones que surgieron después de que se cometiera el asesinato.

Presuntamente, Amaia Azkue, natural de Orio, de 39 años, casada y con dos hijas, recogió en su coche a Ander, que hacía autostop, a la salida de un supermercado de Zarautz, accediendo a trasladarle a Azpeitia en su vehículo.

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Durante el trayecto, el joven la habría amenazado y sustraído diversos enseres, incluidas tarjetas de crédito, y terminado por matar a la mujer golpeándola con fuerza en la cabeza. Posteriormente, lanzó el cadáver atado de pies y manos al embalse de Azpeitia, se deshizo rápidamente de algunos objetos en un contenedor cercano y aparcó el coche cerca del santuario de Loiola, a apenas dos kilómetros.

La autopsia realizada a la víctima y el análisis del coche que abandonó el presunto asesino permitieron certificar a la Ertzaintza que el supuesto homicida no era un ocupante habitual del vehículo.

El mismo día de los hechos, el presunto asesino -rubio, delgado y muy alto, según pudo comprobar la policía autonómica en las grabaciones de las cámaras de una sucursal bancaria- extrajo 300 euros de un cajero de Azpeitia con la tarjeta de Amaia. Dos días después volvió a intentar usar la tarjeta, pero ya no fue posible puesto que había sido desactivada. "Lo que más nos sorprendió fue esa frialdad con la que actuó el asesino. ¿Mató por 300 míseros euros una persona que ni mucho menos tenía problemas económicos, que vivía cómodamente?", se preguntaba ayer una vecina que añadía: "¿Qué haremos mal los padres para que un chaval de 17 años mate a una persona de esa manera?".

Y es que el presunto asesino ha vivido con aparente normalidad durante estos cinco meses, asistiendo a sus clases en un colegio de Azpeitia y, como aseguró una joven de la localidad a este periódico, "saliendo con sus amigos de siempre por Azpeitia". Según indicaron esta joven y varios vecinos, hace mes y medio el presunto asesino tuvo "problemas con la Policía" por el posible robo de una moto de una tienda de alquiler cercana a la localidad. La Ertzaintza no confirmó este extremo dado que el caso se halla bajo secreto de sumario y desean evitar cualquier tipo de filtración.

Al parecer, Ander E. se entregó al sentir que la Ertzaintza constataría pronto que era el asesino de Amaia Azkue. Según indicó ayer Interior, el joven estaba siendo investigado por la policía autonómica desde hace días en relación con el caso. El miércoles por la mañana, horas antes de su detención, fue citado en la comisaria de Azkoitia, una localidad cercana, a la que se presentó en compañía de su padre y un abogado y prestó declaración.

El relato del presunto asesino no fue demasiado convincente y, horas más tarde, se entregó en la Fiscalía de Gipuzkoa, donde confesó haber matado a Amaia Azkue. Inmediatamente, fue trasladado al centro de menores de Zumarraga, a unos 20 kilómetros de Azpeitia. No obstante, fuentes de la Ertzaintza apuntaron que el joven se limitó a reconocer que golpeó a la mujer y la mató, y deslizaron que algunos aspectos de la versión que ofreció "casan muy mal".

Poco después de su confesión, la policía autonómica se trasladó a registrar la vivienda de Ander E., donde hallaron nuevas evidencias. Según la Ertzaintza, las pruebas existentes contra el joven eran de contenido "científico y técnico" y pronto habrían permitido su detención. Las pesquisas están ahora pendientes de la comparación de unas pruebas de ADN realizadas al joven con las recogidas por la Ertzaintza en la investigación. Interior subrayó que en el avance de la investigación, a la que la policía autonómica ha destinado 30 especialistas, ha sido de vital importancia la colaboración ciudadana, habiéndose recibido numerosas llamadas de ciudadanos aportando datos e información.

El Ayuntamiento de Zarautz hizo pública ayer una nota de prensa en la que mostraba su deseo de que el caso sea aclarado cuando antes y "se termine haciendo justicia". Asimismo, ofreció todo su apoyo a la familia de la víctima.

Menor por 24 horas

El presunto asesino de Amaia Azkue, Ander E., se entregó a la Fiscalía de Gipuzkoa un solo día antes de cumplir 18 años. Este hecho recuerda a otro acaecido este mismo verano. Ismael Q. asesinó en Sestao a su madre y a su hermano y posteriormente se entregó ante la Policía solo un día antes de cumplir 18 años, algo que cambia radicalmente las condenas.

A primera hora del 27 de junio Ismael Q. se dirigió a su colegio a recoger sus notas. Minutos más tarde, volvió a su domicilio y mató a martillazos a Pilar, su madre, y a su hermano Javier, que padecía una discapacidad física y mental y al que Ismael tenía que cuidar.

Acto seguido, recorrió los 350 metros que separaban su hogar de la comisaría de la Policía Local de Sestao y confesó su crimen. Los vecinos de la localidad vizcaína coincidieron en afirmar que Ismael era muy introvertido y no se relacionaba casi con nadie. En los últimos meses faltó a clase en numerosas ocasiones por ocuparse de su hermano, con lo que sus calificaciones empeoraron.

Cronología

- Amaia Azkue aparece muerta a las 17:20 el 16 de marzo en el embalse Ibai-Eder en Azpeitia, atada de manos y pies.

- El asesino extrajo 300 euros con la tarjeta de crédito de la víctima en un cajero automático de Azpeitia el mismo día del crimen. Dos días después lo volvió a intentar, sin éxito.

- Pasadas 48 horas tras el crimen, aparece su coche, un Renault Megane, abandonado en el Santuario de Loiola.

- Pasan cinco meses sin que haya novedades que trasciendan en torno al caso.

- La mañana del miércoles la Ertzaintza interroga a Ander E., un joven vecino de Azpeitia. En su declaración incurre en numerosas contradicciones.

- La tarde del miércoles el presunto asesino se entrega en la Fiscalía de Gipuzkoa. La Ertzaintza lo traslada al centro de menores de Zumarraga.

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