Sevilla ofrece actores al por mayor

Al cómico británico Sacha Baron Cohen le gusta meter el dedo en la llaga. Así que, aunque la herida está aún sangrante, el actor que encarnó al desternillante Borat en 2006, se mete ahora en la piel de un dictador árabe. Un personaje -a quien cualquiera podría identificar con Gadafi- empeñado en entregar su vida con tal de impedir que la democracia se instale en su país. ...

Al cómico británico Sacha Baron Cohen le gusta meter el dedo en la llaga. Así que, aunque la herida está aún sangrante, el actor que encarnó al desternillante Borat en 2006, se mete ahora en la piel de un dictador árabe. Un personaje -a quien cualquiera podría identificar con Gadafi- empeñado en entregar su vida con tal de impedir que la democracia se instale en su país. La película, que lleva un mes rodándose en Estados Unidos bajo las órdenes de Larry Charles, se titulará Finchley dreams o El dictador, y la previsión es que se estrene en mayo de 2012.

Unas 800 personas esperaron ayer pacientemente en una calle del centro de Sevilla, a más de 40 grados y apenas amparados por una leve sombra, para convertirse en ejercito, séquito o vírgenes guardianas del dictador. La productora norteamericana Paramount Pictures, que ha decidido rodar parte del filme en Sevilla y en Fuerteventura, inició ayer la tarea de buscar a 1.500 figurantes. Lola Sopeña, la directora del casting en España, tenía previsto ver ayer a unas 700 personas. En la convocatoria se pide que tengan entre 18 y 50 años que sean o parezcan árabes o italianos. El casting, que se alargará hasta la medianoche, continuará mañana hasta completar las 1.500 personas que participarán en el rodaje en Sevilla del 29 de agosto al 1 de septiembre. El dictador, en el que Sascha Baron Cohen y Larry Charles vuelven a trabajar juntos tras los éxitos de Borat y Brüno, cuenta también con los actores Anna Faris y Ben Kingsley.

La comedia, que podría titularse 'El dictador', la dirige Larry Charles

De la selección saldrán las guardianas vírgenes del mandatario árabe

"Buscamos soldados y altos cargos de un ejército que tienen que parecer árabes, a 15 chicas guapas y atléticas, de entre 19 y 25 años, que serán la guardianas vírgenes del dictador. Además, necesitamos a gente que parezcan italianos para otras escenas en las que intervendrán un mandatario, tipo Berlusconi, un grupo de periodistas y gente de la calle", explicó ayer Lola Sopeña, mientras tomaba las fotografías de los aspirantes en uno de los patios de locales de artesanos del pasaje Mallol.

A Esther González, sevillana de 35 años, la convocatoria le llegó a través de una amiga que trabaja en una ONG y, después de tres horas de espera, quedó registrada con el número 117. "Estoy de vacaciones y me apetecía la experiencia, me parece divertida. La verdad es que no se quién es el director", comenta esta administrativa después de pasar por un trámite parecido al requerido para una ficha policial.

Aunque la cita era a las diez de la mañana, casi dos horas antes ya había gente haciendo cola. La mayoría eran jóvenes, entre 20 y 30 años, pero también los había profesionales de la figuración como Federico Noriega, sevillano de 52 años y empleado de banca prejubilado, quien tiene a sus espaldas una larga filmografía. "10 o 12 películas, desde que participé en Más allá del jardín, de Pedro Olea, que protagonizó Concha Velasco en 1996. Me gusta mucho el cine y la figuración me permite verlo desde otra perspectiva", explica Noriega, quien en 7 vírgenes, de Alberto Rodríguez, hizo de cura con parlamento y todo.

"El guión se mantiene en secreto. A nosotros solo nos han dado la parte en la que colaboramos. Pero, aunque supiéramos más, no podríamos contarlo porque nos hacen firmar un compromiso de confidencialidad", comenta Sopeña, quien trabaja con un equipo de tres personas en la selección de los figurantes.

Lo que para muchos es "una experiencia" para otros es "un curro" al que agarrarse. Bacar Embalo tiene 29 años y llegó a España hace siete desde Guinea-Bissau. "He trabajado en la construcción y de camarero, pero hace casi un año y medio que estoy en paro. Yo no tengo ni idea de lo que hay que hacer, pero siempre hay una primera vez", asegura Embalo, tan optimista como Eric Cárdenas, un ecuatoriano de 20 años que se sumó a la larga cola a las dos de la tarde y a quien no le importa la espera que se le avecina. "Paciencia es lo que más tengo", afirma el joven. Y como recompensa, además de poder verse en la gran pantalla, estos actores al por mayor recibirán 50 euros por día de trabajo.

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