Crítica:POP

Elogio a la imperfección

No, Antonio Luque, el Señor Chinarro, no posee el grado máximo de una determinada cualidad, característica de lo perfecto. Es más, resulta imperfecto. Desafina y no toca bien la guitarra, lo que convertiría en insoportable un concierto acústico como el que ofreció inaugurando el festival Ley de Costas en el Museo Marítimo. Pero no, la imperfección, aumentada por la desnudez del formato, jugó a su favor y sus dos largas horas de actuación acabaron sometidas a la personalidad de un artista irónico que sabe destacar el relato que palpita en cada una de sus canciones. Con eso le basta, le bastó, p...

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No, Antonio Luque, el Señor Chinarro, no posee el grado máximo de una determinada cualidad, característica de lo perfecto. Es más, resulta imperfecto. Desafina y no toca bien la guitarra, lo que convertiría en insoportable un concierto acústico como el que ofreció inaugurando el festival Ley de Costas en el Museo Marítimo. Pero no, la imperfección, aumentada por la desnudez del formato, jugó a su favor y sus dos largas horas de actuación acabaron sometidas a la personalidad de un artista irónico que sabe destacar el relato que palpita en cada una de sus canciones. Con eso le basta, le bastó, para mantener la tensión de un concierto largo.

El repertorio picó de casi todas sus épocas, con las inevitables paradas en las canciones de Presidente, su último y más luminoso disco, del que -cuestión de apreciación- destacaron preciosidades como El cuchillo y el pastel y Babieca, tema que ya en su arranque da fe de cómo piensa y habla Chinarro: "La noche pasada soñé que Murcia iba a desaparecer". Ese humor irónico aparentemente absurdo que sale de las tripas se complementó en el concierto con manifiestos críticos a una sociedad cuyos dirigentes ni se toman la molestia de disimular, comportándose con creciente obscenidad. Campo abonado para los comentarios acerados de Chinarro, hilarantes en muchos casos. No hizo falta nada más. Bien, sí, que pidiese a un conocido de primera fila que le sustituyese mientras él iba a orinar. Así es el Señor Chinarro, canciones adustas, imperecederos sentimientos de legajo y un aire de humorista inmutable. Excelente estreno para un festival que todos los jueves de julio ofrecerá música de diversas costas en el jardín del Museo Marítimo.

SR CHINARRO

Jardines Museo Marítimo

7 Julio 2011

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