Crítica:70ª FERIA DEL LIBRO DE MADRID

A través del espejo y lo que Alicia encontró allí

Edición altamente recomendable de este clásico que algunos explican, con mucha gracia, por la condición de zurdo de Lewis Carroll. Recomendable por la magnífica traducción de Teresa y Andrés Barba y por el absoluto acierto de escapar del dibujante ya superado, Tenniel (famoso por haber aceptado el trabajo de ilustrar Alicia debido a que había muchos animales y a él le gustaban mucho, sic), y encargar a Peter Kuper (imaginativo y ultramoderno, brillante artista de Manhattan, colaborador habitual de Newsweek y The New York Times) las ilustraciones. Y es que Alicia sigue sien...

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Edición altamente recomendable de este clásico que algunos explican, con mucha gracia, por la condición de zurdo de Lewis Carroll. Recomendable por la magnífica traducción de Teresa y Andrés Barba y por el absoluto acierto de escapar del dibujante ya superado, Tenniel (famoso por haber aceptado el trabajo de ilustrar Alicia debido a que había muchos animales y a él le gustaban mucho, sic), y encargar a Peter Kuper (imaginativo y ultramoderno, brillante artista de Manhattan, colaborador habitual de Newsweek y The New York Times) las ilustraciones. Y es que Alicia sigue siendo muy moderna, como les sucede a todos los clásicos, claro. Pero es que Alicia es "la moderna de los clásicos".

A través del espejo y lo que Alicia encontró allí

Lewis Carroll

Ilustraciones de Peter Kuper

Traducción de Teresa y Andrés Barba

Sexto Piso. Madrid, 2011

216 páginas. 29 euros

Más información

"Pero el irritante gatito terminó de restregarse aquella patita y empezó a restregarse la otra, como si no hubiese oído la pregunta.

¿Y tú? ¿De quién crees tú que fue el sueño?".

Da la impresión de que Kuper está perfectamente enterado de que nuestro universo, más que un sueño, es un gigantesco programa ejecutándose en un ordenador sideral en el que hay programadas una serie de leyes básicas, incluyendo una gravedad cuántica que sostiene un vacío capaz de fluctuar en múltiples universos...

Posdata: Carroll fue un tirano con Tenniel, seguramente por no entender lo que Kuper hoy en día entiende tan bien. Después de sus colaboraciones con Carroll, Tenniel no quiso ilustrar nunca ningún otro libro y, por tanto, se le puede ver como la víctima de aquel gato que restregaba su patita en el teatro sideral.

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