Un peligro más para Europa

Leí con mucho interés el artículo escrito por José Ignacio Torreblanca sobre los peligros que retan al proyecto europeo, y creo que hace falta mencionar un gran peligro más: la pésima imagen que tiene la gente de a pie del Parlamento Europeo.

Hace pocos meses, y en el contexto de una crisis que exige que muchos entre nosotros hayamos recortado hasta mínimos miserables nuestros gastos, los eurodiputados se negaron a que esa realidad también afectase a sus privilegios y no renunciaron a su derecho a viajar en condiciones lujosas. Peor aún, votaron, con pocas excepciones, en favor de aumen...

Leí con mucho interés el artículo escrito por José Ignacio Torreblanca sobre los peligros que retan al proyecto europeo, y creo que hace falta mencionar un gran peligro más: la pésima imagen que tiene la gente de a pie del Parlamento Europeo.

Hace pocos meses, y en el contexto de una crisis que exige que muchos entre nosotros hayamos recortado hasta mínimos miserables nuestros gastos, los eurodiputados se negaron a que esa realidad también afectase a sus privilegios y no renunciaron a su derecho a viajar en condiciones lujosas. Peor aún, votaron, con pocas excepciones, en favor de aumentar unos salarios ya de por sí más allá de los sueños de muchos. Lo siento señores, pero, cuando pagamos nosotros sus sueldos, y cuando vemos poco más que incompetencia por su parte, sus sueldos se sienten como robos. Robos a cambio de despilfarros, incompetencia, leyes no deseadas, políticos más remotos que la luna e instituciones que apenas tienen presencia en el mundo.

Por ejemplo: la mayor parte de los fondos europeos de apoyo a bancos y entidades financieras. Aunque soy un gran europeísta, no me gusta un Parlamento con tan poco cometido, que usa sus poderes para blindar los privilegios de sus miembros.