Ares no se sentará con las centrales policiales hasta pasado el 22-M

El consejero de Interior, Rodolfo Ares, no se sentará con las centrales de la Ertzaintza hasta la semana próxima, una vez pasada la jornada electoral. Ares quiere demostrar que no se somete al "chantaje", en palabra usada ayer por la portavoz del Gobierno, Idoia Mendía al comunicar esa decisión, de las advertencias sindicales sobre las consecuencias del"enfado" en el cuerpo ese día.

Fuentes de Interior descartaron cualquier problema: los 5.400 agentes de seguridad ciudadana trabajan por norma en la jornada electoral y con los voluntarios de tráfico y la unidad antiterrorista y de inform...

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El consejero de Interior, Rodolfo Ares, no se sentará con las centrales de la Ertzaintza hasta la semana próxima, una vez pasada la jornada electoral. Ares quiere demostrar que no se somete al "chantaje", en palabra usada ayer por la portavoz del Gobierno, Idoia Mendía al comunicar esa decisión, de las advertencias sindicales sobre las consecuencias del"enfado" en el cuerpo ese día.

Fuentes de Interior descartaron cualquier problema: los 5.400 agentes de seguridad ciudadana trabajan por norma en la jornada electoral y con los voluntarios de tráfico y la unidad antiterrorista y de información se cubrirán las necesidades, incluso si, como parece apuntarse, se producen más bajas médicas de las habituales.

Mientras Mendía anunciaba que el Gobierno pondrá el domingo "todos los medios en su mano" para que todo "transcurra con absoluta normalidad", tanto para los integrantes de las mesas como para los electores, los sindicatos ERNE, ELA, Esan, Sipe y Euspel realizaron una nueva concentración a las puertas de Lehendakaritza. La de ayer fue considerablemente más numerosa y mucho más ruidosa que las anteriores, hasta el punto de que la portavoz realizó su comparecencia acompañada por el sonido de los bombos y bubuzelas de los asistentes. El ánimo de Interior es el del diálogo y la negociación y alcanzar acuerdos, pero "sin aceptar chantajes", precisó. Por eso no habrá reunión hasta la semana que viene "cuando el clima sea mucho más tranquilo".

En la calle, el portavoz de Erne, Roberto Seijo, admitió que las dificultades para alcanzar un acuerdo sobre las condiciones laborales en la policía vasca pueden afectar a la jornada laboral, porque se produzcan bajas. El dirigente sindical atribuyó la responsabilidad en tal caso al Gobierno. Las cinco centrales participantes en la protesta se reunen hoy para decidir si realizan alguna otra demostración antes del domingo, pero no tienen nada previsto para ese día. Seijo, que afirmó que el 22-M está "amortizado como punto de conflictividad", dijo que el conflicto "no va parar" y anunció para el 19 de junio una manifestación-fiesta.

Por otra parte, el Gobierno modificó ayer el reglamento de provisión de puestos de trabajo en la Ertzaintza y las policías locales para flexibilizar los concursos de méritos.

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