El banco público de Tomás
No hay nada que una más que un enemigo común. Y en estos tiempos de crisis, el rostro del diablo ha sido el de los bancos y las cajas de ahorro. Entre la población se implantó la idea de que primero dieron créditos malos y después reclamaron más dinero para evitar la quiebra, y papá Estado se lo dio. Después de eso, meterse con los bancos, que "se llevan el dinero y luego no dan créditos" a las pymes, es muy popular. Tomás Gómez lo sabe y, desde que empezó la campaña, destapó su idea de "banco público": "La escasez de crédito es un lastre para la recuperación económica. No existe socied...
No hay nada que una más que un enemigo común. Y en estos tiempos de crisis, el rostro del diablo ha sido el de los bancos y las cajas de ahorro. Entre la población se implantó la idea de que primero dieron créditos malos y después reclamaron más dinero para evitar la quiebra, y papá Estado se lo dio. Después de eso, meterse con los bancos, que "se llevan el dinero y luego no dan créditos" a las pymes, es muy popular. Tomás Gómez lo sabe y, desde que empezó la campaña, destapó su idea de "banco público": "La escasez de crédito es un lastre para la recuperación económica. No existe sociedad que progrese si no asumimos un cierto riesgo que los empresarios financieros privados se niegan a asumir. Se impone un banco público que financie la innovación y el emprendimiento".
¿Es esa la solución? "El argumento es bueno", dice el profesor Rafael Pampillón, del IE Bussines School, "pero no es la solución: primero habría que captar los recursos para ese banco, que vendrían o de nuestros impuestos o tendríamos que pedirlos fuera, y en estos momentos de lo que se está hablando es de lo contrario (reducir deuda); y segundo: habría que encontrar analistas para estudiar la viabilidad de los proyectos financiados y que no ocurra como con el ICO, que acaba recurriendo precisamente a los bancos, o como con las cajas, que están al servicio de los políticos y serán, en breve, bancos públicos para no perecer".