La educación envejece
El próximo 31 de agosto, los docentes van a ver cumplido el deseo del Gobierno de que tengan que dedicarse a la enseñanza hasta los 67 años. Los maestros, que hasta ahora gozaban de una prejubilación voluntaria a los 60 años, tendrán que dedicarse casi una década más a su adorada, pero laboriosa tarea.
Estas personas han invertido toda su vida en educar con su ejemplo y constancia a todos los niños que han pasado por sus aulas, un trabajo duro, aunque reconfortante. Escuchar hablar a un maestro sobre sus años de experiencia es escuchar la vida de miles de personas, su infancia, su lucha...
El próximo 31 de agosto, los docentes van a ver cumplido el deseo del Gobierno de que tengan que dedicarse a la enseñanza hasta los 67 años. Los maestros, que hasta ahora gozaban de una prejubilación voluntaria a los 60 años, tendrán que dedicarse casi una década más a su adorada, pero laboriosa tarea.
Estas personas han invertido toda su vida en educar con su ejemplo y constancia a todos los niños que han pasado por sus aulas, un trabajo duro, aunque reconfortante. Escuchar hablar a un maestro sobre sus años de experiencia es escuchar la vida de miles de personas, su infancia, su lucha por aprender y su intento de superarse. Pero es una labor cansada, que no debería llevarse hasta tan madura edad; lo correcto es dejarles descansar y disfrutar de su asombroso esfuerzo.