ESTA SEMANA | Elecciones municipales

El PSOE andaluz mueve ficha

En el momento en el que el debate interno en el PSOE se intensifica en torno a la necesidad de que Zapatero se autodescarte cuanto antes como candidato a la presidencia del Gobierno, para dejar así el campo libre de cara a las elecciones municipales, todas las miradas se dirigen ahora hacia el papel clave que ha de jugar en todo este delicado proceso la federación andaluza, una de las más poderosas.

En su seno parece ya asumido que el jefe del Ejecutivo se ha convertido en un lastre, de ahí que se considere que lo más conveniente es que se haga a un lado pero sin abandonar ni la secreta...

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En el momento en el que el debate interno en el PSOE se intensifica en torno a la necesidad de que Zapatero se autodescarte cuanto antes como candidato a la presidencia del Gobierno, para dejar así el campo libre de cara a las elecciones municipales, todas las miradas se dirigen ahora hacia el papel clave que ha de jugar en todo este delicado proceso la federación andaluza, una de las más poderosas.

En su seno parece ya asumido que el jefe del Ejecutivo se ha convertido en un lastre, de ahí que se considere que lo más conveniente es que se haga a un lado pero sin abandonar ni la secretaría general ni, por supuesto, la Moncloa. Un movimiento clave que, según se entiende por parte de los socialistas andaluces, debe ir acompañado de la designación del próximo candidato por parte del comité federal del partido en la persona de Alfredo Pérez Rubalcaba.

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No se está aquí, para este trance, a favor de la convocatoria de unas primarias que debilitarían aún más a un PSOE cercado por el desgaste político ocasionado, fundamentalmente, por el alcance de la actual crisis económica. Ante esta coyuntura, el ministro del Interior aparece como la mejor solución para comerse el "marrón" que supone ser la cara más visible en la peor etapa.

En definitiva, una solución en las circunstancias más adversas, ante un escenario cargado de incertidumbres y que aconseja a aquellos otros aspirantes a reservarse para una mejor ocasión, allá por 2016, tal vez. La solución, pasaría, por tanto, porque la ejecutiva federal realice la correspondiente propuesta a favor del diputado por Cádiz, descartándose la convocatoria de esos comicios internos que requerirían para ello, nada más y nada menos, que del 25% de los votos del comité federal, unas 80 firmas. Eso sí, un requisito muy difícil de conseguir siempre y cuando la dirección del partido trabaje en este mismo sentido. Otra cosa es que sea el mismo Zapatero quien propicie una salida distinta en pos de una democracia interna total haciéndolas factibles. Eso conllevaría, de inmediato, el descarte del propio Pérez Rubalcaba, poco dado a entrar en la pelea con varios candidatos. O sea, lío total.

En fin, que la opción andaluza pasa por una resolución rápida a la espera de tiempos mejores, y a cambio de un determinado precio que el propio Griñán ya se ha encargado de explicitar allá donde corresponde. El PSOE andaluz jugará sus bazas de cara al correspondiente congreso posterior, en donde se consumaría el relevo total de Zapatero a cambio de mantener la presidencia del partido en la persona de Manuel Chaves, así como el control de la importante secretaría federal de Política Institucional y Autonómica, en la actualidad, en manos de Gaspar Zarrías, aunque el presidente andaluz maneja otras variables para este puesto.

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