Reportaje:

Un viaje por dos continentes a través del ojo de Kertész

Una muestra reúne 100 imágenes de las tres épocas del fotógrafo húngaro

André Kertész (Budapest, 1894; Nueva York, 1985) estaba llamado a terminar sus estudios de comercio y trabajar en la Bolsa de Budapest. Pero con su primer sueldo se compró una Ica-Platten y dio por finiquitada su carrera en los negocios. La sustituyó por una dedicación y compromiso con la fotografía que lo convirtieron en un referente del ensayo fotográfico y el fotoperiodismo. La Fundación Carlos de Amberes ha reunido 100 imágenes vintage -las copias fueron positivadas por el propio autor- de los tres periodos en los que se suele dividir la obra de Kertész, en función del lugar en el q...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

André Kertész (Budapest, 1894; Nueva York, 1985) estaba llamado a terminar sus estudios de comercio y trabajar en la Bolsa de Budapest. Pero con su primer sueldo se compró una Ica-Platten y dio por finiquitada su carrera en los negocios. La sustituyó por una dedicación y compromiso con la fotografía que lo convirtieron en un referente del ensayo fotográfico y el fotoperiodismo. La Fundación Carlos de Amberes ha reunido 100 imágenes vintage -las copias fueron positivadas por el propio autor- de los tres periodos en los que se suele dividir la obra de Kertész, en función del lugar en el que vivió y el tipo de temas que le interesaron: Hungría (1894-1925), Francia (1925-1936) y Estados Unidos (1936-1985).

Los protagonistas de su etapa húngara son gitanos o campesinos. También los soldados que lucharon en la I Guerra Mundial y que conoció de primera mano tras alistarse como voluntario en el ejército. Imágenes de este periodo, como la de una mujer en callejón donde un gato trepa por una escalera, ya reflejan su dominio de la composición, una cualidad que el fotógrafo consideraba innata.

En 1925 llegó al París efervescente de las vanguardias. Allí conoció a su compatriota Brassaï, que se inició en la fotografía inspirado por Kertész, y que diría de este que poseía "dos cualidades esenciales para un buen fotógrafo: una curiosidad insaciable por el mundo, por la gente y por la vida, y un sentido preciso de la forma". Más tarde su círculo se amplió con artistas como Man Ray, Tristan Tzara, Piet Mondrian, Marc Chagall, la novelista Colette o el cineasta Sergei Eisenstein. Los prolegómenos de la II Guerra Mundial lo empujaron a instalarse en Nueva York en 1936. Allí desarrolló su trabajo más depurado y esencial, casi abstracto, y trabajó para publicaciones de Condé Nast, como Look, Harper's Bazaar y Vogue.

André Kertész. Fotografías. Hasta el 10 de abril. Fundación Carlos de Amberes. Claudio Coello, 99.

La casa de Mondrian (París, 1926).LEGADO DE ANDRÉ KERTÉSZ-HIGER PICTURES
Colette (París, 1930).LEGADO DE ANDRÉ KERTÉSZ-HIGER PICTURES
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En