Crítica:

Iñigo Coppel

Con su aprecio por el legado sonoro norteamericano y su estilo sencillo y eficiente, el cantante de Getxo publica su segundo álbum en solitario, donde se aprecia una destacada madurez lírica y sonora, entre el folk de autor y el rock clásico. En la línea de Quique González o José Ignacio Lapido, Coppel se erige como una voz a tener en cuenta en el disfrute de composiciones cantadas en castellano que conmueven por su sinceridad y espíritu. Se reconoce al hombre que las escribe. Desde los efusivos Madrid para cuerdos y bienhechores o Fuera de mí a los tiempos lentos ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Con su aprecio por el legado sonoro norteamericano y su estilo sencillo y eficiente, el cantante de Getxo publica su segundo álbum en solitario, donde se aprecia una destacada madurez lírica y sonora, entre el folk de autor y el rock clásico. En la línea de Quique González o José Ignacio Lapido, Coppel se erige como una voz a tener en cuenta en el disfrute de composiciones cantadas en castellano que conmueven por su sinceridad y espíritu. Se reconoce al hombre que las escribe. Desde los efusivos Madrid para cuerdos y bienhechores o Fuera de mí a los tiempos lentos Esto es lo que parece o Elvis, en todas las canciones, se disfruta de un músico con cosas que decir, algo que no siempre se encuentra.

Iñigo Coppel

El hombre que mató a Iñigo Coppel

Lucinda Records

Archivado En