Crítica:FLAMENCO

La cultura del baile valiente por Manuela Carrasco

Rodrigo Rato, como presidente de la firma patrocinadora del festival Caja Madrid, hizo entrega a Manuela Carrasco del galardón Calle de Alcalá, que se otorga a un artista oriundo de Madrid, o cuya carrera ha tenido importantes vinculaciones con la capital, que es el caso de la bailaora.

Bailó Manuela Carrasco, que hacía tiempo no venía por aquí. Lo hizo como siempre, con gran determinación, sobre todo con valentía. En ella, la cultura del baile valiente es una escuela de baile de la que es protagonista absoluta. Un baile en general rápido, aunque con espacios lentos, que sirven como de ...

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Rodrigo Rato, como presidente de la firma patrocinadora del festival Caja Madrid, hizo entrega a Manuela Carrasco del galardón Calle de Alcalá, que se otorga a un artista oriundo de Madrid, o cuya carrera ha tenido importantes vinculaciones con la capital, que es el caso de la bailaora.

Bailó Manuela Carrasco, que hacía tiempo no venía por aquí. Lo hizo como siempre, con gran determinación, sobre todo con valentía. En ella, la cultura del baile valiente es una escuela de baile de la que es protagonista absoluta. Un baile en general rápido, aunque con espacios lentos, que sirven como de reposo para su intérprete. Pero cuando Manuela demuestra su gran temperamento es en los zapateados vertiginosos, de una limpieza de sonido espectacular, cuando sus pies se convierten en verdaderas ametralladoras que electrizan al espectador. Buen cante, con protagonismo de Enrique El Extremeño, y buen toque. Buen baile también, además del de Manuela, pues trae a cuatro jóvenes bailaores muy equilibrados estéticamente, que hicieron la caña y tangos de manera muy acertada.

Suspiro flamenco

Baile: Manuela Carrasco. Guitarras: J. Amador, Román Vicente y M. Iglesia. Cante: El Extremeño, El Tañé y Emilio Molina. Percusión: José Carrasco. Madrid, 11 de febrero. Circo Price.

Por delante había cantado El Pele, con acompañamiento a la guitarra de Manuel Silveria. También le habíamos perdido la pista al cantaor, pues hacía mucho tiempo, bastantes años, que no actuaba en Madrid. Su cante es la cultura del grito, pues los sonidos bajos no existen para él.

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