"Estamos destrozados"
Los compañeros de María Piedad García Revuelta y su ex novio, Javier Sánchez-Toledo, no pueden hablar. Dicen que se lo ha prohibido la dirección del supermercado donde trabajan. Pero reconocen que están "destrozados". Muchos de ellos eran más que conocidos del suicida y de la mujer desaparecida.
"Lo estamos pasando muy mal porque los dos eran amigos nuestros y a los dos los queríamos mucho", dice uno de los compañeros con lágrimas en los ojos. "Jamás podríamos haber pensado que todo esto iba a acabar así. Estamos muy jodidos", añade a renglón siguiente, mientras pide que no le hagan más...
Los compañeros de María Piedad García Revuelta y su ex novio, Javier Sánchez-Toledo, no pueden hablar. Dicen que se lo ha prohibido la dirección del supermercado donde trabajan. Pero reconocen que están "destrozados". Muchos de ellos eran más que conocidos del suicida y de la mujer desaparecida.
"Lo estamos pasando muy mal porque los dos eran amigos nuestros y a los dos los queríamos mucho", dice uno de los compañeros con lágrimas en los ojos. "Jamás podríamos haber pensado que todo esto iba a acabar así. Estamos muy jodidos", añade a renglón siguiente, mientras pide que no le hagan más preguntas.
"Llevamos mucho tiempo juntos y aquel día solo íbamos a divertirnos", añade otra trabajadora del supermercado situado en la avenida del Infante don Luis. También ella se muestra recelosa a hablar con periodistas. Se juega mucho, dice, y prefiere, al igual que su colega, el anonimato. "Él era un tipo muy majo y que hablaba con todo el mundo", concluye antes de marcharse al referirse a Sánchez-Toledo.