La reforestación no da para plantar pinos

Medio Ambiente deja a medias un proyecto para recuperar un bosque en Vandellòs en el que ya se había invertido más de un millón de euros

No queda dinero para árboles. El presupuesto para reforestar un amplia zona de Vandellòs (Baix Camp) calcinada por un incendio en 2006 -unos 900.000 euros aportados por el Ministerio de Medio Ambiente- ha servido para limpiar y desbrozar el terreno, recuperar senderos y excavar los hoyos necesarios para plantar después los pinos. Con estas labores se han gastado unos 700.000 euros del proyecto, pero el pasado verano el Ministerio de Medio Ambiente notificó que no hay fondos para más debido a los recortes presupuestarios con los que el Gobierno central pretende atajar el déficit.

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No queda dinero para árboles. El presupuesto para reforestar un amplia zona de Vandellòs (Baix Camp) calcinada por un incendio en 2006 -unos 900.000 euros aportados por el Ministerio de Medio Ambiente- ha servido para limpiar y desbrozar el terreno, recuperar senderos y excavar los hoyos necesarios para plantar después los pinos. Con estas labores se han gastado unos 700.000 euros del proyecto, pero el pasado verano el Ministerio de Medio Ambiente notificó que no hay fondos para más debido a los recortes presupuestarios con los que el Gobierno central pretende atajar el déficit.

"Han realizado todo el trabajo previo y allí se ha terminado el dinero. Ahora solo falta la acción de plantar los árboles. Es absurdo que por unos 150.000 euros lo dejen todo empantanado", lamenta el concejal de Medio Ambiente de Vandellòs, Jordi Borràs. Medio Ambiente señala que estudiará el asunto, pero el proyecto de reforestación ha quedado en punto muerto, lo que quiere decir que está oficialmente liquidado.

Los recursos destinados a replantar el bosque del Comú, una zona pelada y pedregosa desde que el fuego calcinó unas 1.200 hectáreas, se han agotado en el momento clave de su reforestación. Tras el proyecto de replantación, el monte ha quedado convertido en una zona llena de cráteres. "El terreno lleva meses agujereado y parece que no les importa dejarlo así", ilustra Borràs. El Consistorio reclama a Medio Ambiente que aporte los fondos necesarios para replantar la zona o se realicen trabajos para tapar los boquetes abiertos. "No puede abandonarse un proyecto de golpe sin siquiera dejar la zona decente", reclama el concejal, que reprocha el gasto de cientos de miles de euros para una actuación que finalmente se ha demostrado inútil. A los 900.000 euros deben sumarse los fondos aportados por la Diputación de Tarragona, unos 150.000 euros, para realizar las tareas de limpieza del área. Tras unos 850.000 euros gastados, la reforestación deja un terreno árido y plagado de agujeros.

El incendio de 2006 supuso un auténtico desastre ecológico para el municipio, que perdió unas 610 hectáreas catalogadas como espacio de interés natural por la Generalitat. El Ayuntamiento lleva desde entonces reclamando a la Administración que limpie la zona dañada y la reforeste con especies autóctonas, esencialmente pinos. A principios de 2010, el proyecto se redactó y presupuestó, para quedar paralizado meses después. "La Generalitat nos llamó tras el verano para ver si podíamos realizar gestiones con Medio Ambiente porque habían retirado los fondos", explica Borràs. Esas gestiones solo han obtenido evasivas.

La Generalitat también ha reclamado a Medio Ambiente que reconsidere acabar el proyecto, pero tampoco ha obtenido respuesta. "Solo nos queda seguir insistiendo ante el ministerio", se resigna el concejal Borràs.

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