El 129

Pactar una abstención es algo que, en un Parlamento homologado, se hace rapidito y en los lavabos. Aquí, no obstante, se realiza con tanto figurante y tanta luz que no se acaba de ver claro. Lo que invita a suponer que lo importante del pacto es su parte oscura, una hoja que los firmantes se habrán comido, no sea que acabe en Wikileaks. Esa sensación persiste cuando los firmantes se van arreando al pleno y toma la palabra Mas. Explica que el pacto no se ha producido. Que no es un documento programático, es decir, un pacto. Fiel a su nueva imagen de humildad a tutiplén -como no pare, en breve s...

Pactar una abstención es algo que, en un Parlamento homologado, se hace rapidito y en los lavabos. Aquí, no obstante, se realiza con tanto figurante y tanta luz que no se acaba de ver claro. Lo que invita a suponer que lo importante del pacto es su parte oscura, una hoja que los firmantes se habrán comido, no sea que acabe en Wikileaks. Esa sensación persiste cuando los firmantes se van arreando al pleno y toma la palabra Mas. Explica que el pacto no se ha producido. Que no es un documento programático, es decir, un pacto. Fiel a su nueva imagen de humildad a tutiplén -como no pare, en breve será la adaptación catalana de Pocoyo-, Mas ofrece la posibilidad de pactos a todos los niños y niñas. Nadal se apunta al carro de la negación. Uno le escucha y parece que no solo no hayan pactado, sino que luego le espera en el patio. Gran frase para explicar este pacto no-pacto: "molta gent demanava això". Sánchez-Camacho utiliza su intervención para apuntar maneras Palin -si esa mujer y Mourinho tuvieran un hijo se podría rodar La profecía II-. Con Herrera y la respuesta de Mas, queda claro que el carácter ecuménico de los pactos de Mas no va con todos. Nota sign of the time: Herrera abogó por el impuesto de sucesiones, una idea que nació con la I Internacional, cuando las izquierdas no estaban en los Parlamentos, y que está desapareciendo, glups, en los Parlamentos. Mas despachó rapidito a Puigcercós. El independentismo, esa cosa que debía acabar con el peix al cove, es el peix al cove 2.0, historia interminable en la que Mas se mueve como un pez en el cove. Laporta aún está lejos del fútbol total. Rivera no encuentra su personaje. Si esto fuera una sitcom, los productores ya se lo habrían cargado para potenciar a Dolors Sánchez Palin. Sale mucho a colación lo de la sentencia del catalán, un fenómeno normal en un Estado cuyo único debate es el territorial y en el que la ventanilla del poder judicial está tan cerca de la del ejecutivo que da miedo. Con esa sentencia el Ejecutivo ya tendrá algo que pactar con CiU. "Molta gent demanava això". Vuelve la politica... Zzzz.