Los Comunes aprueban en medio de protestas subir las tasas universitarias

La votación provoca la primera rebelión en la coalición gobernante británica

Se temía la rebelión liberal-demócrata y Londres se topó con otra violenta rebelión estudiantil. Los espectaculares choques entre policías y estudiantes mientras en la Cámara de los Comunes se debatía el aumento de las tasas universitarias se transformaron en abierta violencia cuando los diputados aprobaron ese aumento con 323 votos a favor y 302 en contra. Con 21 de los 57 diputados liberales votando en contra y ocho absteniéndose, el Gobierno vio reducida a 21 su mayoría de 84 escaños y el segundo partido de la coalición quedó literalmente fragmentado en dos: 28 diputados la apoyaron, 29, no...

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Se temía la rebelión liberal-demócrata y Londres se topó con otra violenta rebelión estudiantil. Los espectaculares choques entre policías y estudiantes mientras en la Cámara de los Comunes se debatía el aumento de las tasas universitarias se transformaron en abierta violencia cuando los diputados aprobaron ese aumento con 323 votos a favor y 302 en contra. Con 21 de los 57 diputados liberales votando en contra y ocho absteniéndose, el Gobierno vio reducida a 21 su mayoría de 84 escaños y el segundo partido de la coalición quedó literalmente fragmentado en dos: 28 diputados la apoyaron, 29, no.

A primera hora de la moche seguía la violencia frente al palacio de Westminster y se fue extendiendo a las cercanas calles comerciales. Los estudiantes atacaron una tienda de ropa en Oxford Street y, aún más bochornoso para Scotland Yard, llegaron a atacar el coche en el que viajaba el príncipe de Gales acompañado de su esposa, la duquesa de Cornualles. Los estudiantes hicieron diana en el coche oficial con un bote de pintura blanca, la emprendieron a patadas con una de las puertas y lograron romper un cristal antes de que el vehículo abandonara el lugar. La cosa no pasó de un susto para Carlos y Camilla, que se dirigían a una función teatral y no alteraron su agenda, pero causó alarma en medios políticos.

Fuertes choques entre estudiantes y la policía a las puertas del Parlamento

Durante todo el día, cientos de policías protegieron el palacio de Westminster de la ira estudiantil. Hubo momentos de tensión, con varias cargas a caballo para evitar que los manifestantes rompieran el cordón policial. Con los ánimos más caldeados tras la votación, empezó el lanzamiento de grandes piedras y pedazos de hormigón y un intento de tomar el colindante edificio del Tesoro.

La polémica reforma tiene como objetivo incrementar de forma sustancial las tasas universitarias, que en la actualidad tienen un tope de 3.450 libras al año (4.120 euros) y que pasarían a tener un tope máximo de 9.000 libras (10.750 euros), aunque la tasa más común será de 6.000 libras (7.150 euros).

Aunque esas cifras pueden dar vértigo, los estudiantes no han de pagar nada hasta que están trabajando y con unos ingresos anuales de más 21.000 libras (25.000 euros). El Gobierno asegura que la reforma es progresista, que hay numerosos mecanismos para ayudar a los estudiantes de origen humilde y que con los actuales niveles de población que aspira a tener estudios universitarios es imposible que su coste se cargue al bolsillo de los contribuyentes.

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El ministro de Empresas, el liberal-demócrata Vince Cable, abrió el debate en los Comunes afirmando que la reforma es "progresista" y que el Gobierno ha descartado opciones políticamente más fáciles de digerir por la opinión pública pero a su juicio peores a largo plazo. Por ejemplo, hacer como en Escocia, donde las matrículas universitarias siguen siendo gratuitas pero las universidades se quejan de asfixia financiera; o recortar discretamente las bolsas de ayuda a los estudiantes; o recortar drásticamente el número de universitarios.

El debate y, sobre todo, la posterior votación tenían implicaciones que iban más allá del mero ámbito estudiantil y universitario: fue la primera gran prueba de fuego del Gobierno de coalición entre conservadores y liberales-demócratas.

Aunque algunos diputados tories se oponen al aumento de las tasas, es en el seno de los liberales-demócratas donde la reforma realmente escuece. Los liberales siempre se han opuesto al aumento de las tasas y defendían tradicionalmente la introducción de un impuesto universitario. Sus candidatos en las pasadas elecciones llegaron al extremo de firmar cada uno de ellos en público un documento comprometiéndose a abolir las tasas universitarias si ganaban las elecciones.

Ahora que están en el Gobierno, pero sin tener la sartén por el mango, se han enfrentado al dilema de romper su promesa electoral o romper el compromiso que adquirieron al formar la coalición con los conservadores de apoyar la reforma. La mitad de ellos ha preferido rebelarse o abstenerse antes que traicionar a sus votantes.

El fuego se extiende frente al Parlamento durante las protestas de ayer en Londres contra las tasas universitarias.AP

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