Tribuna:

¿Reformas o involución?

Dos años después de Lehman Brothers, inicio de la profundísima crisis financiera y planetaria que ha destruido millones de empleos en todo el mundo, hemos tocado fondo.

Causada por un capitalismo sin reglas y una codicia despiadada, se han combatido mundialmente con ingentes recursos públicos tanto su causa -saneando el sistema financiero, semilla de esta crisis- como sus consecuencias de paro y recesión. Expandiendo el gasto público, primero. Y reduciendo los déficit públicos, después.

También en España y Andalucía. Puesto que somos de la UE, porque queremos y nos interesa y nue...

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Dos años después de Lehman Brothers, inicio de la profundísima crisis financiera y planetaria que ha destruido millones de empleos en todo el mundo, hemos tocado fondo.

Causada por un capitalismo sin reglas y una codicia despiadada, se han combatido mundialmente con ingentes recursos públicos tanto su causa -saneando el sistema financiero, semilla de esta crisis- como sus consecuencias de paro y recesión. Expandiendo el gasto público, primero. Y reduciendo los déficit públicos, después.

También en España y Andalucía. Puesto que somos de la UE, porque queremos y nos interesa y nuestra moneda es el euro, ni caben endeudamientos sin límite, ni devaluaciones para ganar competitividad. Guste o no, hay que controlar el déficit, pues el capital que necesitamos para superar la crisis, combatir sus efectos y afianzar la recuperación no lo tenemos, lo debemos, o las dos cosas a la vez. Y para esta financiación, al menor coste posible, están los malditos "mercados": desgraciadamente, el dinero no crece en los árboles. Así son las cosas.

Pronto, los españoles y los andaluces tendremos que elegir entre barbarie o socialdemocracia

Con menos ingresos por la recesión y más gastos por sus consecuencias sobre los más débiles, gobiernos, empresas y familias deben priorizar, aquí y en todas partes. Si gobernar es elegir, nosotros lo hemos hecho: 80 de cada 100 euros del Presupuesto de la Junta en 2011 a gasto social; uno de cada tres a la sanidad pública; y a la Dependencia, pues el año que viene habrá más andaluces con prestaciones que en todas las comunidades autónomas del PP juntas. A nuestros Ayuntamientos, más del doble de financiación incondicionada que en 2010 -¿qué gobierno del PP lo hace?-. Y, puesto que debemos priorizar, bajan las inversiones. Pero suben educación, empleo, bienestar social, investigación científica, energía y minería, desarrollo rural, Infoca y plan forestal, apoyo a nuestras empresas y exportaciones... Y mantenemos los gastos e inversiones para universidades. En resumen, más gasto social y nuevo modelo económico.

También más impuestos para los que más tienen: repartir la austeridad y el esfuerzo para la recuperación, sin dejar a nadie en la cuneta. Es nuestra responsabilidad y vamos a ejercerla. Estos son los ejes de nuestra actuación para 2011, el año de la recuperación: austeridad, reformas, nuevo modelo económico, gasto social y municipalismo. Más justicia fiscal y más justicia social.

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Enfrente solo están la demagogia y el oportunismo del PP: bajar impuestos y al tiempo -dicen- subir gastos e inversiones, los euros a treinta duros. Lo que el diccionario define como demagogia: "Lisonjear al pueblo para atraerlo".

Vamos a acometer las reformas necesarias para un crecimiento más sano que el modelo especulativo anterior, el de Cascos-Aznar que infló la burbuja inmobiliaria cuando declaró en 1997 todo el suelo español como urbanizable. Reforma de nuestro Estado de Bienestar, para asegurarlo en el futuro, y del mercado de trabajo para reducir la dualidad y crear empleo estable. Reforma del sector público, sin privatizaciones ni despidos, para hacerlo más eficiente y más barato.

Reformas frente a involución. Hace unos días, Rajoy se ha levantado por fin de la siesta para decirnos que ya ha terminado su huelga general... de propuestas; su modelo es el de Cameron en Reino Unido: "liberalización" de puertos y aeropuertos, correos y ferrocarriles; privatizaciones en educación, salud, y dependencia; despidos de empleados públicos. Menos impuestos a las rentas altas y los beneficios empresariales. Y, como líder de la reaccionaria y conservadora derecha española, contra las reformas progresistas: homosexuales, paridad, aborto. Y centralismo carpetovetónico, como no, para que a la Gran Regresión que nos propone no le falte un perejil: recortar las autonomías; sin descartar el concierto económico para Cataluña si necesita los votos de CiU para llegar a la Moncloa. Mientras, Arenas guarda un silencio cómplice: quien calla, otorga...

¿Reformas o Involución? ¿Socialdemocracia o barbarie? Pronto, los españoles -y los andaluces- tendremos que elegir.

José Caballos es portavoz de Hacienda del PSOE en el Parlamento andaluz.

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